Tensión en Polonia ante la huelga de hoy

Polonia vuelve a vivir horas de tensión después del fracaso de las autoridades para impedir la huelga simbólica de una hora que realizarán hoy, a lo largo de todo el país, los obreros del sindicato independiente Solidaridad, precisamente un día antes de la sesión plenaria del comité central del Partido Comunista Polaco (POUP), en la que se pueden producir nuevos cambios en la jerarquía política.La tensión se refleja también en el anuncio hecho ayer en Washington por fuentes militares norteamericanas de que maniobras militares soviéticas, que parecen dirigidas hacia Polonia, se desarrollan actualmente al este de la frontera soviético-polaca. «Estas tropas parecen entrenarse como si repitieran una entrada en Polonia», dijo un experto en la capital norteamericana.

Gobierno y sindicalistas, dirigidos por Lech Walesa, se acusan mutuamente de incumplir los acuerdos de Gdansk. El portavoz de las autoridades, Jozef Barecki, declaró ayer en una conferencia de Prensa que diez millones de trabajadores, de una población activa superior a los doce, cobrarán los aumentos salariales antes de que finalice el próximo mes de noviembre. Por su parte, Solidaridad informó que, tras siete horas de conversaciones entre Walesa y el viceprimer ministro, Mieczyslaw Jagielski, el Gobierno no había prometido resolver las demandas obreras antes del próximo 20 de octubre, fecha límite antes de la convocatoria de una huelga general.

La huelga de hoy se seguirá por diversas empresas, repartidas por todas las regiones de Polonia, y ellas mismas elegirán qué departamento parará el trabajo. Los obreros llevarán un brazalete en señal de solidaridad con los huelguistas. Una sirena marcará el principio y, fin del paro. Igualmente, se colocará la bandera polaca (rojablanca) en cada una de las empresas que participen activamente en la huelga.

Por su parte, el mensaje dirigido el pasado miércoles por Stanislaw Kania a Leónidas Breznev es enjuiciado unánimemente como una declaración del nuevo líder polaco de absoluta fidelidad a Moscú. Sin embargo, el sucesor de Edvard Gierek no garantiza a Breznev, como éste le solicitó en su mensaje de felicitación del pasado 6 de septiembre, «una rápida normalización de la vida en Polonia».

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