La contraofensiva iraní obliga a Bagdad a reforzar sus frentes
ENVIADO ESPECIAL Irak parece haber perdido ya las esperanzas, al undécimo día de combates, de que su guerra contra Irán fuese un simple «paseo militar». El Ejército de Teherán ha reaccionado con dureza durante las tres últimas jornadas y Bagdad se ve obligada a reforzar nuevos frentes.La ciudad fronteriza iraní de Mashra (frente central) está de nuevo en poder de los iraníes, según Radio Teherán. El miércoles, mientras viajábamos desde Bagdad a Basora, pudimos observar una fuerte concentración de camiones y remolques de transporte de carros. Un centenar de estos vehículos, desprovistos de su carga, estaban desplegados en el margen de una carretera en la vecindad de Kut, la población iraquí más importante y cercana a Maslira. Era un síntoma claro de que Bagdad se dispone a reforzar sus posiciones en esta zona.
En el frente sur, el Ejército iraquí sigue tratando de conquistar las ciudades, lo que le permitiría estabilizar su presencia en las zonas conquistadas.
Ayer, la ciudad de Jorramshar era escenario de fuertes combates. La conquista definitiva de Jorramshar (separada de Basora por el Chat el Arab) facilitaría el apoyo logístico de las fuerzas iraquíes que combaten al sur de Irán. La dura resistencia de los iraníes está dificultando seriamente, según algunos observadores, la eficacia del Ejército iraqui, que no ha logrado implantarse sólidamente en ninguna ciudad del sur iraní. Bagdad, que habría planteado su estrategia para una guerra corta, no esperaba, quizá, este contraataque iraní, que se muestra realmente eficaz.
Prueba, tal vez, de las dudas iraquíes sobre su situación militar en el frente sur, es que el medio centenar de periodistas que llegamos a Basora el miércoles por la noche, para visitar la zona de combates del sur de Irán, no recibimos el permiso oportuno y pasamos todo el día de ayer esperando en el hotel de Chat el Arab, un viejo aeropuerto transformado a tal efecto y que sigue conservando su torre de control.
La propuesta de alto el fuego hecha por Saddam Hussein no tiene ninguna probabilidad de ser aceptada por los iraníes, que siguen dispuestos a aumentar la contraofensiva iniciada a principios de esta semana.
Entre tanto, la aviación iraní sigue actuando con decisión y de forma más selectiva que al principio de esta guerra. En las cercanías de Kut y Basora pudimos ver el miércoles varios depósitos de combustible en llamas.
En el caso de que este conflicto se alargue, Irán puede verse obligado a encontrar la coherencia perdida hace un año. Uno de los mayores problemas del Ejército iraní -la descoordinación entre militares y «guardianes de la revolución»- parece haber sido solucionado en parte. Según noticias llegadas a Basora, los «guardianes de la revolución» se han encargado de la defensa del interior de las ciudades, mientras el Ejército lucha a campo abierto con las fuerzas iraquíes.
La contraofensiva jomeinista parece ya un hecho. La fuerte concentración de tropas iraníes observada en las cercanías de Abadán puede dar muchas sorpresas todavía en esta guerra, que se creía iba a ser breve.
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