Un médico de Herrera de la Mancha declara que no siempre denuncia los casos de presos con lesiones

Javier Brazal Casteli, médico interino, uno de los dos facultativos de la cárcel de Herrera de la Mancha, prestó ayer declaración en el Juzgado de Instrucción de Manzanares (Ciudad Real) en relación con la querella interpuesta por un grupo de abogados por presuntas torturas y malos tratos a los presos del citado centro penitenciario. Según fuentes de los abogados, el médico declaró, entre otras cosas, que cuando atienden a un interno con lesiones no siempre ponen el hecho en conocimiento de la dirección de la cárcel, cosa que sí hacen si las lesiones, aunque leves, «incluso un simple arañazo», las presenta un funcionario o un miembro de la Policía Nacional.

El médico fue preguntado sobre las lesiones de las que atendió a un interno, Antonio Barreiro, que presentaba tres cortes de veinte centímetros en el vientre y que, según los letrados, recibió posteriormente una paliza. El doctor Brazal dijo que había da do bastantes puntos a Barreiro, aunque no recordaba cuántos, pero que no lo había comunicado al director ni al juzgado por no considerarlo necesario. A la pregunta de si esta actitud era normal, respondió que, de todos los internos lesionados que ha atendido, no siempre ha dado parte al director de la cárcel y nunca lo ha comunicado al juzgado, siempre según las mencionadas fuentes.Javier Brazal declaró también que antes del verano llegó a Herrera de la Mancha un preso vasco con los testículos hinchados y morados, lo cual puede ser producido por traumatismo o por orquitis (inflamación paulatina). El médico alegó desconocer si se le practicaron los análisis para saber si era un traumatismo o no, aunque se inclinó porque fuera un traumatismo, dado el amoratamiento de los testículos, la hinchazón y la existencia de hematomas inguinales. Tampoco en esta ocasión dio parte al juzgado y no recuerda si lo hizo al director de la cárcel, aunque cree que sí.

Asimismo, se le exhibió un parte firmado por él y que consta en el sumario, de haber atendido a un interno al que le faltaba un trozo de oreja, al día siguiente de su ingreso en Herrera. «A su ingreso en la prisión», según el parte, «el médico manifestó que la lesión se la produjo en una pelea con otro interno en el patio». El juez Hijas, que instruye el sumario, le hizo leer el párrafo hasta tres veces y llegó a señalarte con el dedo al testigo la línea en que decía que presentaba la lesión «a su ingreso en la prisión», lo que hizo que el médico, al darse cuenta, modificara su versión y dijera que podía tratarse de otro interno o venir lesionado de otro centro, de acuerdo con los abogados arriba mencionados.

Por otra parte, ayer le fue notificado al procurador Manuel Baeza, que representa los intereses de los abogados querellantes en el sumario de Herrera, que ha sido desestimado el recurso de reforma presentado contra la decisión del juez Eduardo Hijas de denegar al Colegio de Abogados de Madrid la posibilidad de personarse en el sumario que se instruye por las presuntas torturas y malos tratos a los presos.

Estrictas medidas de seguridad en la cárcel de Zamora

Por otra parte, los 31 miembros de los GRAPO internados en la cárcel de Zamora se encuentran en régimen de estricta seguridad desde que el pasado mes de diciembre se fugaron del centro cinco miembros de la organización. Los miembros de los GRAPO están en huelga de hambre desde el pasado día 14.La dirección, que ha desmentido la denuncia de la madre de un interno sobre que el agua está contaminada, ha dicho que Sanidad ha realizado los análisis pertinentes, afirma que todos los días se pregunta a los GRAPO si quieren comer o cenar, y ellos se niegan, al igual que a recibir asistencia médica.