Diez hombres-rana asaltaron el "Costa de Terranova"
«La suerte me acompañó en todo momento, porque a punto estuve de ser tiroteado», manifestó el maquinista del Costa de Terranova, Antonio Uhia Tajes, que escapó del asalto del Frente Polisario a esta unidad pesquera gracias a la sangre fría que tuvo para esconderse.La acción comenzó exactamente a las 23.30 horas del pasado domingo, cuando abordó al pesquero una lancha neumática tipo Zodiac, con diez personas a bordo, que portaban metralletas. «Venían vestidos», dijo el primer maquinista, «de hombres-rana y dijeron que nos iban a llevar a tierra.
Posteriormente, cuando se encontraba en cubierta con sus compañeros, le ordenaron que bajara a la sala de máquinas para conducir el barco lentamente hasta la costa. «Una vez allí me ordenaron, en correcto español, que subiera de nuevo con el resto de la tripulación, y fue en ese momento, cuando logré despistarme con el propósito de esconderme en un lugar de la sala de máquinas».
Los agresores, entonces, comenzaron a registrar todo el pesquero, mientras que el maquinista fue pasando de un lugar a otro, escondiéndose en las cámaras que ya habían registrado.
Cuenta el marinero que varios de los agresores volvieron a bordo del pesquero cuando, presumiblemente, se dieron cuenta de que faltaba una persona entre la tripulación. Registraron todo el barco con prisas y dispararon varios tiros con arma corta, quizá con el propósito de asustar al que se escondía. «Creo que los asaltantes pensaron que el que faltaba se había tirado al agua, y por eso no insistieron».
Antonio Uhía siguió en su escondite y dejó pasar el tiempo necesario que los agresores iban a invertir en llegar a la costa.
Por otro lado, los asaltantes, «que nos trataron bien en todo momento», no causaron ningún destrozo en el barco. Incluso la radio sólo fue desconectada, lo que le permitió al maquinista comunicar las primeras noticias de la acción a las autoridades de Marina. Cuando casi amanecía, comprobó que una unidad de la Armada de guerra y varios pesqueros se acercaron. Al mismo tiempo se dio cuenta de que muy cerca del Costa de Terranova había otro pesquero abandonado, que resultó ser el Sarita.
Con posterioridad a las manifestaciones anteriores se supo, por el mismo maquinista del Costa de Terranova, que aviones de caza marroquíes dispararon cerca de la ensenada de Las Monjas, lugar próximo a donde quedó el barco tras el acto de piratería. El hecho se produjo sobre las seis de la mañana del lunes, cuando dos cazas marroquíes sobrevolaron la zona y dispararon.
Antonio Uhia, nada más llegar en la mañana de ayer a Las Palmas, fue conducido al edificio de la Zona Marítima de Canarias, donde declaró ante el juez militar que instruye el caso.
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