El Maccabi, rival del Madrid en la Copa Intercontinental
Real Madrid y Maccabi, que disputaron la final de la Copa de Europa, se volverán a enfrentar esta tarde en Sarajevo en la Copa Intercontinental, en un encuentro que se puede considerar como revancha de la final europea, por lo que estará lleno de alicientes. En esta ocasión es claro favorito el conjunto israelí, ya que los españoles sufren importantísimas bajas. Ninguno de sus pivots pudo viajar a Sarajevo y Lolo Sainz no podrá contar con Rufián, Meister y Romay. Bosna de Sarajevo, Francana de Brasil y la Universidad de Kansas completan el cartel de la decimotercera edición de este torneo.
A las pocas horas de regresar de El Ferrol, donde disputaron el primer torneo Karhu, el Madrid salió en dirección a Sarajevo. En la localidad gallega se proclamó campeón, pero pagó un caro tributo, ya que Randy Meister sufrió un fuerte golpe en el primer tiempo del último partido, del que salió seriamente dañado en un riñón, y deberá guardar reposo ocho o diez días. Rafael Rullán sigue trabajando en la recuperación, y Fernando Romay está en el servicio militar. Así pues, Sainz no tendrá a ninguno de sus techos, lo que verdaderamente deja al equipo en situación precaria y poco menos que «desnudo bajo los aros».No obstante, es justo apuntar que el Madrid en El Ferrol decepcionó a los buenos aficionados. Desdibujado, desorientado, sin sitio, sin que nadie sepa bien lo que tiene que hacer y con un Abromaitis que no se encuentra a si mismo y ni quizá su entrenador le haya encontrado el sitio más adecuado para que rinda lo que le corresponde. Meister -sobre todo en rebotes- hasta su lesión, Corbalán en la dirección del equipo y Brabender -lamentable que tenga que seguir sudando la camiseta hasta en los torneos amistosos- siguen siendo los baluartes del equipo en cuanto a los veteranos se refiere, porque Sainz tiene en Juan Manuel López Iturriaga una mina de oro que, pese a estar lesionado, demostró una vez más ser jugador valiosísimo que defiende, ve baloncesto, es un gran pasador y además hace puntos.
No están las cosas claras y mucho menos favorables para el Madrid en Sarajevo, en un torneo que se empeña en mantener la FIBA y su inefable Jones, pero que no despierta ningún interés a ningún nivel, toda vez que ya hay otras competiciones internacionales a nivel de clubes y selecciones que la superan ampliamente. Lo suyo es que, salvo imprevistos, sean Bosna y Maccabi los candidatos al triunfo
Quizá sí el torneo Karhu no ha sido prueba suficiente para el Madrid, aunque haya evidenciado en el mismo serios defectos, sí ha permitido ver otra serie de cosas que siempre conviene conocer cara a la próxima Liga, por la que están interesados muchos aficionados. El OAR, segundo clasificado del torneo, después de ganar al Alvik y al Banco Inmobiliario, fue, además del anfitrión, el protagonista del torneo. Es un equipo que lucha hasta la saciedad, ya que se lo permite su excelente preparación física, de la que se encarga José Luis Torrado -hay que dar al césar lo que es del césar-, y además se puede adelantar que la adquisición del americano Lars Hansen ha sido todo un hallazgo.
Juventud, fuerza y potencia, sin mucha preocupación por hacer baloncesto; pero con eficacia cara al aro contrario, pueden ser las características que definan al Banco Inmobiliario, que quizá si tomara el nombre de Inmobank sonarla más a entidad bancaria. Si el baloncesto, como su propio nombre indica, consiste en introducir un balón en un cesto, el equipo de Pinedo sólo debe tener -siguiendo con la perogrullada- una preocupación, y es hacer una canasta más que su rival, porque su defensa deja mucho que desear.
Quizá el mejor baloncesto del torneo correspondiera al Alvik, con el norteamericano Green como un excepcional entrenador al que no convendría perder de vista. Su dirección de juego es impecable y sabe apoyarlo perfectamente en el base Flynn y en la clase y talla del negrito Robinson.
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