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La dirección del PSOE podría separar a Revilla de su cargo de presidente de la diputación

La comisión ejecutiva de la Federación Socialista Madrileña (FSM) estudiará hoy la grave crisis abierta en la Diputación Provincial de Madrid, tras la puesta a disposición del partido de sus cargos por cinco diputados socialistas por incompatibilidad con el presidente de la corporación, Carlos Revilla. La dirección del partido podría separar a Revilla de su cargo. La crisis, que se venía arrastrando desde hace varios meses, estalló el lunes último, cuando Revilla destituyó a su compañero, el diputado y presidente del Consejo de Administración de la Ciudad Sanitaria Provincial, Eduardo Ferrera, en contra de la orden expresa de la ejecutiva provincial socialista.

Fuentes socialistas cualificadas aseguraron que, aunque el tema no irá a. la comisión de conflictos del partido, la solución se tomará en el más breve plazo posible -a través del,comité regional del PSOE, máximo organismo provincial- y consistirá, con toda probabilidad, en pedir a Revilla que ponga su cargo a dísposición del partido.Junto con el cese de Ferrera -y su sustitución por el también diputado provincial socialista José Luis Rodríguez Peral, hombre de confianza de Revilla-, EL PAIS pudo conocer ayer algunos motivos que inducirán a la dirección del partido a tomar cartas en el asunto. Entre ellos se ha sabido que Carlos Revilla ha podido disponer (en tanto que presidente de la diputación) de una cuenta corriente en la Banca March por valor de unos quinientos millones, sin integrarlos en el presupuesto de la diputación ni dar cuenta de su uso en los plenos corporativos.

Este fondo -que para 1980 se estima, de fuentes de la diputación y de la FSM, en los quinientos millones de pesetas citados- es procedente de los intereses bancarios de las cuentas corrientes de la diputacíón y que tradicionalmente se inaresan en la citada cuenta a nombre del presidente de la diputación. (Fuentes socialistas indicaron no obstante, que una parte importante de ese dinero se utilizó para una transferencia de crédito de la corporación, que fue consignada en presupuesto). Ese dinero, tradicionalmente era usado por los presidentes anteriores para facilitar partidas excepcionales a ayuntamientos provinciales, a fondo perdido, lo que concedía una importancia grande en la provincia a la figura del presidente de la diputacíón.

Otro punto de disgusto de la direccíón socialista es un informe -realizado por el colectivo de médícos socialistas -dieciocho en total- que trabajan en la Ciudad Sanitaria Provincial (dependiente de la diputación y que absorbe el 40% de su presupuesto), según el cual existen posibles casos de corrupción y de evasión de impuestos por parte de profesionales de la medicina que utilizan para-consultas privadas las instalaciones de la clínica privada de la residencia. La mala gestión económica del centro hospitalario -se estima que ste año tendrá un déficit de 2.000 millones de pesetas- es otros de los puntos que pesarán en las resolución de la crisis.

Apoyo de los comunistas a los cinco dimisionarios

Los cinco diputados provinciales socialistas citados -César Cimadevilla, vicepresidente segundo; José Borrel, considerado uno de los cerebros del actual equipo de la corporación; Eduardo Ferrera, María Gómez Mendoza y Sócrates Gómez- han mostrado su total incompatibilidad con Revilla, aunque el tema se complica, ya que fuentes cualificadas de la dirección socialista madrileña aseguraron a EL PAIS que no se aceptará la dimisión de los cinco diputados.El portavoz del Grupo Comunista en la diputación, Luis Larroque, hizo ayer una declaración a EL PAIS, en el sentido de que «el PCE no es insensible a la crisis producida en el interior del PSOE», que apoya a los cindo dimisionarios; que asegura que el esquema de funcionamiento de la diputación es impensable sin César Cimadevilla y José Borrel y los otros compañeros socialistas, y que, en fin, forzarán al máximo la maquinaria de la corporación.

El tema ha llegado a ser de máxima preocupación dentro del comité federal del partido, según aseguró un miembro de la comisión ejecutiva nacional del Partido Socialista, quien calificó el tema como «una crisis gravísima» del PSOE.

La versión de Revilla

Por su parte, Carlos Revilla significó que no era sintomático que cinco diputados hubieran puesto su cargo a disposición del partido, «ya que todos, y yo mismo, tenemos siempre el cargo a disposición». Respecto a la negativa de retirar del orden del día la destitución de Eduardo Ferrera, prefirió no hacer nínguan declaración. También afirmó desconocer que la dirección del partido haya decidido tomar una solución en cuanto a la crisis de la diputación, que pudiera pasar por su separación del cargo.Con respecto al tema de los millones de la cuenta bancaria, señaló que no eran quinientos, sino exactamente 117, y que las veces que dispuso de ese dinero lo hizo sin incumplir en ninguna ocasión la ley de Régimen Local, y que la libre disposición por parte del presídente de ese dinero es, en la práctica, irreal. «Se trata de una información tendenciosa», agregó.

Manifestó también desconocer cualquier tipo de corruptelas entre los médicos de la Ciudad Sanitaria Provincial, «porque no puedo controlar a los 11.000 funcionarios de la diputación. En el supuesto de que hubiesen existido casos de corrupción y yo lo hubiese sabido, habría actuado con toda energía». Finalmente señaló que no tiene intención de presentar su dimisión como presidente, aiinque si el partido le pidiera que renunciase a su cargo lo haría.

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