Estancamiento en las negociaciones para mejorar el Estatuto gallego

Un día entero de discusión continuada entre los partidos autonomistas gallegos parece haber alejado, más que aproximar, las posibilidades de consenso sobre el Estatuto de Autonomía, que todos dicen querer sacar adelante cuanto antes. Al término de las conversaciones, celebradas ayer en Santiago, lo único que aparecía claro es el distaciamiento radical entre las posiciones de UCD y el Partido Comunista de Galicia (PCG).

Los representantes de estos dos partidos se prodigaron constantes escaramuzas verbales, que concluyeron incluso con el intercambio público de acusaciones entre Miguel Sanmartín (UCD) y Anxel Guerreiro (PCG), y el rechazo de los demás grupos políticos a la acusación hecha por Guerreiro, en el sentido de que «ha habido un intento muy serio, por parte de UCD, para dar marcha atrás a la posibilidad de reformar el Estatuto, con el sostén en este intento del Partido Galleguista y el favor que le hicieron las muy serias vacilaciones que tuvo el PSOE».En realidad, lo que sucedió ayer es que UCD reiteró sus argumentos de que la fórmula propuesta por ella misma el sábado, de reformar los puntos conflictivos del Estatuto (transitoria tercera y atribuciones de las diputaciones, fundamentalmente) puede correr riesgos graves de ilegalidad constitucional y que, por tanto, es necesario ponerse de acuerdo sobre otra alternativa, que, por vía de la interpretación jurídica de dichos puntos en conflicto, permita el apoyo positivo de todos los autonomistas de cara al referéndum.

Contra las acusaciones de Guerreiro, los socialistas respondieron que «el PSOE mantiene la misma postura del principio, y está dispuesto a luchar por la reforma previa del Estatuto». En términos parecidos se pronunció Luis Sobrado, secretario general del Partido Galleguista, quien señaló que Aplazamiento

De este modo, la negociación quedó aplazada para el viernes por la mañana, con el compromiso por parte de todos de que ese mismo día por la tarde se rindan cuentas públicamente de los objetivos alcanzados.

Hasta ahora, la discusión ocupó más tiempo en analizar las vías posibles de reforma o de interpretación del Estatuto que en centrar los puntos sobre los que debe ser alcanzado el acuerdo, y sólo ayer, a última hora de la tarde, los representantes de cada partido dedicaron alguna atención a la necesidad de suprimir el apartado segundo de la transitoria tercera, concretar de modo diferente las competencias de las diputaciones, las comisiones mixtas y el porcentaje mínimo para elegir los miembros del Parlamento gallego.

A las dudas de probable ilegalidad en la que podría incurrir la reforma previa del Estatuto, expuesta insistentemente por UCD, se sumaron ayer, con mayor claridad que en días anteriores, las de Alianza Popular, cuyo porta voz, José Luis Barreiro, manifestó que «existen serias dudas de que esta reforma pueda ser viable previamente a la celebración del referéndum».

Alianza Popular mantiene también el criterio de que no basta con suprimir el polémico apartado de la transitoria tercera, sino que deben ser revisados, en consecuencia, todos aquellos artículos sobre los que incide la citada transitoria del Estatuto.