Una vida de exilio y prisión
Kim Dae Jung nació hace 56 años en una modesta familia del oeste de su país. Su intensa vida política comienza cuando se inicia en la militancia política, dentro de un movimiento de izquierdas, poco después de la liberación del país de la dominación japonesa, en 1945.Excelente orador, es elegido diputado en 1960 y funda el Nuevo Partido Demócrata.
Militando por la reunificación de las dos Coreas, se presenta como candidato de la oposición a la presidencia en 1971. A pesar de obtener un buen resultado, debe dejar el poder a su adversario Park Chung Hee.
Exiliado en Japón, este defensor de los derechos humanos llega a convertirse en 1973 en un verdadero mártir político, cuando un comando de agentes surcoreanos le secuestran en su hotel, en una operación que pudo ser calificada de rocambolesca.
En marzo de 1976 vuelve a la escena política, creando un movimiento antigubernamental. Este resurgimiento de Kim Dae Jung le cuesta, diez días después, una condena a cinco años de prisión.
Hospitalizado en diciembre de 1977, poco después es puesto en libertad, beneficiándose de una amnistía decretada por el presidente Park.
El asesinato de este último, en octubre de 1979, y el lento proceso democratizador iniciado en Corea del Sur le permiten abandonar la cárcel para permanecer en prisión domiciliaria.
El pasado 17 de mayo, poco después de que el general Chun Doo Hwan tomara el poder y decretara la ley marcial en todo el país, Kim Dae Jung es encarcelado de nuevo en Seúl.
Dos días después de su detención estallan una serie de graves incidentes en Kwangju, la capital de la provincia de la que es originario. A causa de estos disturbios mueren unas 170 personas en tres días.
Desde entonces, Kim Dae Jung ha permanecido en prisión.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.