Unos 500 socios del Atlético se dieron de baja en diez días

Los socios del Atlético de Madrid no deberán pagar ya obligatoriamente las 6.000 pesetas que se acordó en la última asamblea del club, el pasado día 7, como adelanto reembolsable a partir del año 1982. La junta directiva del Atlético, reunida ayer con carácter extraordinario, acordó suspender la obligatoriedad de dicho acuerdo, hasta la celebración de una próxima asamblea plenaria. Más de quinientos socios se habían dado de baja por esta causa, y el presidente del club, Alfonso Cabeza, afirmó haber recibido incluso amenazas de muerte. Cabeza insinuó también la posibilidad de una campaña teledirigida.

Desde que se aprobaron la subidas de las cuotas de socios, de 350 pesetas a 650, así como la obligatoriedad de adelantar 6.000 pesetas como préstamo al club, la respuesta de los seguidores rojiblancos fue claramente contraria a ello. La situación de tirantez alcanzó su punto máximo en el partido de Copa jugado por el Atlético el martes contra el Moscardó, donde un grupo de personas increpó duramente al palco presidencial. Se lanzaron cigarros encendidos y botes, uno de los cuales llegó a dar al ex ministro Andrés Reguera, actual secretario general de la directiva del club. Alfonso Cabeza llegó a señalar ayer en el transcurso de una conferencia informativa que recibió «amenazas de muerte contra mi persona y mi familia. Y me han llamado fascista».El presidente del Atlético admitió que había podido existir una falta de información en torno al tema. Ratificó con números la nefasta situación económica en la que se encuentra la entidad. Al recordar la deuda real, que asciende a 676 millones de pesetas, de los que 367 son a corto plazo, «Las cuentas de la gestión anterior están claras, por supuesto, pero con números rojos. La realidad es que nos hemos hecho cargo de una administración en quiebra. Por ello mi directiva estudió profundamente la situación. No hemos engañado a nadie. Dije en su momento que el Atlético sería lo que los socios quisieran. Pero ya nos hemos dado cuenta de que, cuando menos, hay una disparidad de posiciones entre lo que acordó la asamblea y lo que se nota en el ambiente general de los socios».

Cabeza aseguró que la marcha atrás respecto a las 6.000 pesetas no significaba «una bajada de pantalones», sino el reflejo del rechazo de la masa social ante esta medida de ayuda al club. «El préstamo será ahora voluntario», dijo, tras de lo cual utilizó su cartera para abonar 12.000 pesetas al gerente, Carrascosa, «las que corresponden a mi mujer y a mí». Esta operación la realizó en presencia de los informadores.

Los números que realizó la actual directiva rojiblanco fueron matizados por el doctor Cabeza, para afirmar que «todo estaba dispuesto para fichar a algún gran jugador extranjero. Ahora, ,claro, es imposible. Nos conformaremos con lo que tenemos, que no es malo, pero sí mejorable. Precisamente teníamos contactos con cuatro jugadores». Jair, del Internacional de Porto Alegre volvió a ser ofrecido al Atlético. El francés Platini también entró en los planes rojiblancos, así como la utopía del germano Schuster, y un intermediario llegó a ofrecer también al argentino Beto Alonso. Hasta el momento el Atlético fichó a Julio y Román, del Las Palmas, por veinte millones. A Balbino, del Salamanca, por otros veinte, y a Melo, del Huelva, por diez.

El presidente rojiblanco llegó a plantear también la disyuntiva de «vender a algún jugador si dentro de algún tiempo no hay dinero», y se mostró partidario de solucionar el tema televisión y el de la publicidad como ingresos importantes para los clubes. Estas ideas chocan frontalmente con las del presidente de la federación, Pablo Porta. Habrá que esperar para comprobar cuánto tiempo tarda Cabeza en variar una postura que «pese a ser novato tengo bastante clara».