Anthony Blunt,
historiador británico que alcanzó notoriedad el pasado año por haberse revelado su identidad como espía soviético durante la última guerra mundial, fue visto ayer en el aeropuerto Leonardo de Vinci, de Roma. El profesor Blunt llevaba varios meses restringiendo al máximo sus apariciones en público, mientras diversos aspectos de su caso seguían siendo motivo de polémica en el Reino Unido. El último incidente en el que él fue protagonista involuntario ocurrió cuando varios académicos abandonaron la Academia británica, al presionar la presidencia de esta institución para que Blunt dejara su puesto en la misma. El famoso historiador fue consejero especial de la reina Isabel II hasta que se descubrieron sus pasadas actividades como agente secreto.