La OPEP estudia en Viena un sistema de subidas automáticas del petróleo

Los agrios enfrentamientos entre las delegaciones iraní e iraquí y las presiones generalizadas sobre Arabia Saudí para que homologue los precios de sus crudos con los de la organización y reduzca su producción fueron las notas más destacadas de la reunión triministerial de la OPEP en Viena, que ayer se inauguró.

Los trece países exportadores de petróleo que integran el cártel deberán aprobar, como primer objetivo de esta reunión, la adopción de un nuevo sistema uniforme y automático de subidas trimestrales de los precios del crudo. Los incrementos estarían en función de los índices de inflación y crecimiento de Occidente y de la fluctuación de once divisas, incluido el dólar. El segundo gran objetivo de esta reunión, que hoy concluye a nivel triministerial, es la preparación de la próxima cumbre de jefes de Estado de la OPEP.En la sesión de ayer se conculcaron las normas de funcionamiento interno de la OPEP, y la delegación iraquí, ante las amenazas de abandono de la conferencia por parte de los iraníes, se vio relegada de la presidencia de las sesiones. La delegación de Bagdad, tras una difícil mediación de Venezuela, aceptó una presidencia alterna, mientras que la titular recaía en Argelia.

En cuanto a las presiones sobre Arabia Saudí para que eleve en cuatro dólares el precio de sus crudos -de veintiocho a 32- y lo sitúe al nivel del resto de los integrantes de la OPEP, todo parece indicar que serán atendidas por este país, aunque lo hará de forma paulatina y en dos fases. Por el contrario, es poco probable que de Viena surjan nuevas elevaciones generalizadas del precio de los crudos.

El precio al que Arabia Saudí vende su crudo (como principal exportador de la OPEP) es vital para cualquier acuerdo que tome la organización. Productor de un tercio del volumen de exportación total de la OPEP, ha sido capaz, ayudada por Irak, de modificar las condiciones de mercado gracias a su alta producción. En estos momentos existe un exceso de oferta en el mundo entre dos y tres millones de barriles diarios, de un total de producción de la OPEP cifrado en veintisiete millones de barriles.

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