Renault encabeza el GP de Italía
El Gran Premio de Italia de Fórmula 1, que debe disputarse esta tarde en el circuito Dino Ferrari de Imola, es la antepenúltima prueba puntuable de la presente temporada. A falta de sólo dos carreras más, el duelo entre los dos hombres de cabeza, el australiano Alan Jones y el brasileño Neison Piquet, podría decantarse hoy de forma casi definitiva para alguno de ellos, siempre que uno consiga un buen resultado y su rival se vea obligado al abandono. Los dos Renault -según informa Efe- ocuparán la primera línea de salida.
El enfrentamiento que mantienen pilotos y constructores de un lado y los federativos de otro no ha impedido que la emoción deportiva que se cierne sobre este final de temporada sea mayor que la de años anteriores. Cuando, casi de forma tradicional, el Gran Premio de Italia suele ser el definitivo para la consecución del título mundial, en esta ocasión sólo es una carrera más en la larga disputa que mantienen por el mismo Alan Jones, y Nelson Piquet. El resto, aunque sigan contando con oportunidad matemática para conquistar el título, para que éste fuera a otro que no sea Jones o Piquet tendrían que darse unidos tal cantidad de supuestos que, en la práctica, pueden descartarse.De cualquier forma, y aunque en Imola Alan Jones haya sufrido muchos problemas -más de los previstos- para adaptar su coche a este nuevo trazado, por lo que se ha visto superado por Piquet, lo normal es que la superior experiencia del australiano y la mejor condición de su Williarris frente al Brabham del brasileño terminen por imponerse. Pero el hecho de que Reutemann, compañero de equipo de Alan Jones, haya superado a éste por medio segundo -distancia importante en este tipo de competición, máxime si se trata de coches iguales- parece evidenciar que Jones puede atravesar una crisis, fruto de la tensión que debe producirle el tener a Nelson Piquet a sólo dos puntos cuando la temporada está a punto de concluir.
Piquet, por su parte, en cierta forma menospreciado por su gran rival -no tanto por la, calidad del piloto, sino por la de su coche, del que el joven brasileño está sacando un provecho insospechado y que demuestra, una vez más, no sólo la calidad del joven brasileño, sino también el que, con un monoplaza no excesivamente puntero se puede estar arriba si en el piloto hay condiciones para ello-, cuenta a su favor el factor sorpresa y el salir teóricamente como perdedor. Todo lo que haga de bueno siempre será supervalorado, mientras que si falla deberá disculpársele por su inexperiencia.
Pero en el circuito Dino Ferrarl de Imola la atención no estará sólo centrada en estos dos pilotos, sino tarribién en los franceses de Renault, Amoux y Jabouille, que tomarán la salida desde la primera línea y que, si sus mecánicos no les traicionan -cosa, por otra parte, bastante frecuente en estos coches, cuya fiabilidad no ha alcanzado aún los niveles exigibles-, podrían dorninar la carrera y conseguir un nuevo triunfo.
Junto a esto, merece destacarse el hecho de que, después de muchas especulaciones, será el francés Didier Pironi quien ocupe en Ferrari la vacante que deje el surafricano Jody Scheckter cuando se retire al final de la temporada. La indiscutible calidad del joven piloto gato, hasta ahora miembro del equipo Ligier, contrasta con su carácter especial, que le ha llevado a tener problemas de trato personal en casi todas las escuderías por las que: ha pasado en su corta vida deportiva. Su comportamiento, pues, en Ferrari -donde se encontrará con Villeneuve, éste como primer piloto del equipo- puede ser decisivo para la marcha de una escudería del prestigio de la italiana, pero que este año atraviesa una crisis importante.
Con el traspaso de Pironi de Ligier a Ferrari comienza el tradicional baile de pilotos de los finales de terriporada.
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