La huelga era justa
El fútbol español vivió durante cuarenta años al margen de la ley. Tolerado por el régimen, porque le servía eficazmente, pero vulnerando constantemente las propias Leyes Fundamentales. El Fuero de los Españoles y el Fuero del Trabajo no consiguió apli carlos la Secretaría General del Movimiento, en su dependencia de la Delegación Nacional de Deportes. Fla cambiado el país, tenemos Constitución y, hasta una nueva ley del Deporte. La federación Española de Fútbol, como siempre, no respeta siquiera sus propios reglamentos.Los futbolistas han desconvocado la huelga que tan justamente tenían anunciada. La federación no sólo se ha desentendido de las causas fundamentales del conflicto, sino que permite estar en competición a equipos que, reglamentariamente, no pueden hacerlo, al no haber satisfecho los salarios contratados a los jugadores de la pasada temporada.
A Cabrera Bazán, que hoy defiende a los futbolistas, le metieron en la cárcel un día de San José de la década de los cincuenta porque se negó a jugar, tras pasar repetidamente, y en vano, por caja. Ahora los fútbolistas no corren esos riesgos, pero tampoco logran percibir los salarios adecuados. Están en el aire cerca de cuarenta millones de pesetas, pero la AFE se ha avenido, una vez más, a dialogar.
Una vez más se ha argüido el sofisma de la huelga de los millonarios. Una vez más hay que recordar que los millonarios han ejercido presión en favor de los pobres de la parroquia. La huelga era justa. Dar un margen de confianza na sido una medida prudente.
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