Socialistas y comunistas se reafirman en los pactos municipales

Sevilla Socialistas y comunistas están firmemente decididos a mantener la plena vigencia de los pactos municipales en Andalucía, según se desprende del comunicado hecho público al término de la reunión celebrada por las direcciones de ambos partidos y de informaciones obtenidas por EL PAÍS en fuentes dignas de crédito de las dos organizaciones.

Tras la tormenta desatada en los últimos días, con declaraciones muy beligerantes hechas por amobas partes a raíz de los conflictos surgidos en los Ayuntamientos de Málaga, Adamuz (Córdoba) y Dalías (Almería), lo más previsible es que los pactos sean plenamente ratificados y se hagan concesiones mutuas en estas corporaciones conflictivas. Otra consecuencia de este nuevo clima de entendimiento de comunistas y socialistas sería el fracaso del «pacto por Sevilla», propugnado por el alcalde de la ciudad, Luis Uruñuela, para dar entrada a UCD en el gobierno municipal.La reunión entre dirigentes del PSOE de Andalucía y PCE-PCA, presidida por los secretarios generales de los dos partidos, José Rodríguez de la Borbolla y Fernando Soto, respectivamente, comenzó con muy buen pie, al anunciar los comunistas su decisión de destituir de sus cargos a los cuatro concejales del PCA que, el pasado miércoles, se negaron a votar como alcalde de Dalías -la segunda población en importancia de la provincia de Almería- al candidato socialista, lo que provocó que la alcaldía fuese a parar al centrista José Antonio García.

Tras aclarar que dichos concejales habían actuado contra las directrices del comité provincial del PCA en Almería, la dirección comunista garantizó al PSOE que todos ellos serían inmediatamente cesados. Una vez aclarado este tema, y después de dos horas de discusión, socialistas y comunistas llegaron al acuerdo de «mantener los pactos y la estabilidad de las corporaciones en el conjunto de Andalucía, dejando en suspenso los contenciosos que existen en determinados puntos».

No habrá moción en Málaga

Con la aprobación del citado texto, resulta evidente que el PCA no presentará, de momento, la moción de censura prevista contra el alcalde de Málaga, el socialista Pedro Aparicio, por haber designado como primer teniente de alcalde a otro hombre del PSOE, en contra del espíritu y la letra de los pactos, Y que el problema suscitado en Ádamuz -moción de censura contra el alcalde, también socialista, votada a favor por comunistas, centristas y allancistas- puede ser reconducido en dirección favorable a la unidad PSOE-PCE.Las delegaciones de los dos partidos decidieron asimismo volver a reunirse en fecha inmediata para acordar medidas concretas de solución a los problemas planteados, y encaminadas «al mejor funcionamiento de los pactos municipales». Hay que señalar que los comunistas han valorado positivamente el hecho de que, por vez primera desde la firma de los pactos, en abril de 1979, el PSOE ha aceptado firmar de manera conjunta con el PCA un comunicado sobre el tema.

Aunque las dos delegaciones se han comprometido a no hacer declaraciones públicas durante los próximos días, medios socialistas y comunistas de gran solvencia coinciden en afirmar que existe una voluntad decidida de ambos partidos de llegar a acuerdos puntuales en los asuntos conflictivos.

Al propio tiempo, no se descarta que se produzcan nuevas escaramuzas entre PSOE y PCE, derivadas de la imposibilidad de controlar rencillas de tipo localista e incluso personal, y de la necesidad de independencia y autoidentificación provocadas por la inminente celebración de elecciones parciales al Senado en Sevilla y Almería y, a otro nivel, de las elecciones sindicales en las que las centrales identificadas con socialistas y comunistas se disputan la hegemonía laboral.

Todo indica, no obstante, que los pactos van a mantenerse. Entre las consideraciones que los dos partidos se hacen internamente para justificar la pervivencia de los mismos, no son de poca importancia las que se refieren a la propia situación social y política de Andalucía, en franco proceso de deterioro (se considera que la quiebra de los ayuntamientos sería la puntilla definitiva para esta tierra), y la obligación de evitar una imagen de división y enfrentamientos en la izquierda, en un momento en que UCD parece pasar a la ofensiva.

En este contexto, la propuesta del alcalde de Sevilla, del Partido Socialista de Andalucía (PSA), de incorporar a UCD a las responsabilidades municipales, va a encontrar, muy probablemente, una fuerte oposición, no declarada, de socialistas y comunistas.