Se espera que el PNV decida hoy oficialmente el regreso de sus parlamentarios a las Cortes

Después de la reunión celebrada ayer en Bilbao por los parlamentarios del PNV se espera que el máximo órgano de este partido apruebe hoy oficialmente el regreso de los mismos a las Cortes Españolas. Esta decisión no está condicionada, según medios peneuvistas, al pacto UCD-Convergencia de Cataluña, si bien el diputado Marcos Vizcaya no descarta la posibilidad de que ese pacto se extienda al PNV hacia la primavera de 1981. Las declaraciones de líderes políticos vascos hacia el nuevo Gobierno son cautelosas, y en la Bolsa de Bilbao experimentó ayer un alza de cotización importante la empresa a la que estuvo vinculado el nuevo vicepresidente segundo del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo.

El comité nacional, máximo órgano ejecutivo del PNV, parece que decidirá oficialmente hoy el retorno de los parlamentarios del partido a las Cortes Españolas el próximo día 16. Sin embargo, EL PAÍS pudo saber ayer, de fuentes nacionalistas de toda solvencia, que el anuncio del acuerdo podría no hacerse público hasta que la dirección del ¡partido concluya la redacción de un amplio comunicado público en el que la decisión aparezca suficientemente justificada y matizada en todos sus extremos.En esa tarea está ocupada desde hace días la dirección del Partido Nacionalista Vasco, donde parece existir prácticamente unanimidad de criterio sobre la necesidad de que los parlamentarios retornen a sus escaños y estén presentes en el pleno del próximo día 16. «A nadie se le oculta», comentaba ayer al respecto un parlamentario del PNV, «que nuestro posible retorno puede producir más disgusto que alegría en algún sector, dado que si estamos presentes en el pleno nuestra intervención no va a ser precisamente de guante blanco ni de rosas».

Al valorar positivamente el ambiente favorable que en la dirección del partido se registra hacia su retorno al Parlamento español, otro conocido parlamentario peneuvista señala que « hoy por hoy, y dada la actual situación política creada tras la crisis económica y el eventual pacto de UCD con la Minoría Catalana, es más necesaria que nunca nuestra presencia en las Cortes. Quizá es la última oportunidad de regresar al Parlamento en óptimas condiciones». A expensas de las razones que en su día pueda ofrecer el comité nacional del PNV para justificar el cambio de actitud, parece confirmado que son dos las claves del mismo: la consideración de que debe ser en el futuro el Parlamento vasco -en el que el PNV, en ausencia de Herri Batasuna, es mayoritario- quien vele por la defensa del Estatuto y de su desarrollo íntegro y las expectativas de un previsible cambio en el juego parlamentario, si se confirma oficialmente el pacto legislativo entre el partido del Gobierno y la Minoría Catalana.

En este sentido puede decirse que han producido cierto malestar en el seno del PNV las primeras valoraciones que se han hecho ante el anuncio del eventual retorno de sus parlamentarios a las Cortes Españolas, que se liga muy directamente en las mismas con el cita do pacto. «Es descabellado afirmar que gracias a la intercesión o a los buenos oficios de Convergencia Democrática vamos a volver al Parlamento español», declaraba ayer a EL PAÍS Marcos Vizcaya. «Ni nuestra vuelta tiene que ver con el pacto UCD- Convergencia, ni los catalanes nos han presionado lo más mínimo para que cambiemos nuestra estrategia, que se debe exclusivamente a una valoración que ha realizado el propio partido».

Considera Marcos Vizcaya que, a la vista de la marcha del pacto de legislatura mencionado -que él califica de «exiguo», sobre todo en lo que hace al proceso autonómico-, el mismo podría hacerse extensible al PNV a medio plazo y, desde luego, nunca hasta la primavera de 1981. «Se trata, debo aclarar ante todo, de una previsión política que yo hago a título personal, porque lo cierto es que en este sentido no ha habido conversación alguna con el partido del Gobierno».

Cierto escepticismo sobre el nuevo Gobierno

Con cierto escepticismo se ha recibido en el País Vasco, que conoce estos días un recrudecimiento del clima de violencia, el anuncio del final de la crisis de Gobierno y la composición del quinto Gabinete ministerial de Suárez. La reaparición de Martín Villa en el Gobierno ha producido un evidente malestar en la izquierda abertzale, que recurda aún la influencia de su actuación en el País Vasco al frente del Ministerio del Interior. La única reacción positiva a la noticia se produjo ayer en la Bolsa de Bilbao, que registró un aumento de 2,48 enteros.

Por medio de un comunicado de la oficina de Prensa del PNV, su presidente, Xabier Arzallus, afirma que «más que un nuevo Gobierno, lo que Suárez ha hecho es un reajuste ministerial». Al referirse a la influencia que con respecto a Euskadi, y más concretamente a la marcha del proceso autonómico, puede tener el nuevo Gobierno, Arzallus señala que no cree suponga novedad alguna digna de mención, «aunque tenemos la sospecha», precisa, «que el parón que el proceso autonómico registrado antes del verano fue, en buena parte, obra personal de Abril?.

Quiere quitar «hierro» el presidente del PNV al hecho de que la cartera de Administración Territorial sea ocupada por un hombre como Martín Villa, con una imagen tan deteriorada en Euskadi. «La labor del ministro del Interior», dice, «siempre es ingrata. Hace falta ahora comprobar su voluntad autonómica. La experiencia demuestra, sin embargo, que hasta ahora todos los ministros que ocuparon esa cartera, Clavero, Fontán o el mismo Pérez-Llorca, no parece que hayan tenido un poder decisorio en materia autonómica».

«Al no haber conseguido Martín Villa elevar el rango de este ministerio», añade, «queda por ver si podrá realizar una auténtica política autonómica o será uno más de esa larga lista de ministros sin poder».

Malestar de la izquierda radical

Esa expectación, con claros toques de preocupación, con que se espera la gestión de Martín Villa en la familia peneuvista, se transforma en claro pesimismo y malestar en la izquierda abertzale. Un portavoz de Euskadiko Ezkerra ha declarado al respecto: «Es una demostración palpable de que UCD no tiene recambio. Su manifiesta incapacidad de gobernar supone una involución, por cuanto Martín Villa, al frente del Ministerio del Interior, demostró, en su día, no entender en absoluto el problema vasco». Por su parte, Herri Batasuna todavía no se ha pronunciado oficialmente.

Frente al escepticismo y el malestar con que en medios políticos vascos se recibió la composición del nuevo Gobierno, contrasta la positiva reacción registrada en medios financieros. La Bolsa de Bilbao evidenció ayer una reactivación que sorprendió a los especialista. Subió la cotización en todos los sectores, en especial el de bancos y el químico. Curiosamente, experimentó un significativo aumento (cinco enteros) la cotización de los valores de Unión de Explosivos Riotinto, empresa a la que estuvo ligado en el pasado, con cargo directivo, Leopoldo Calvo Sotelo, nuevo vicepresidente segundo del Gobierno, encargado de Asuntos Económicos.