Franco Basaglia

Nuestro compañero y amigo Franco Basaglia ha muerto. En nuestro profundo dolor, nos vemos en la necesidad de manifestar a la opinión pública nuestra deuda con él por la importancia que su obra ha tenido en la denuncia y transformación de la violencia, y más especialmente de la violencia ejercida bajo la máscara de la técnica psiquiátrica.Con la etiqueta de antipsiquiatra se ha pretendido dejar al margen de la psiquiatría a Basaglia, pero ha legado a la misma pilares fundamentales, tanto en lo que se refiere al concepto de locura como a la práctica psiquiátrica.

Creía en el optimismo de la práctica y demostró, con la suya, cómo la realidad es transformable, cómo ciertas «utopías» son realizables. Para él nunca fue una utopía la abolición de los manicomios, ese lugar donde las gentes mueren lentamente, privadas de cualquier derecho, expropiadas de cualquier signo de identidad, sin conocer los motivos de su reclusión ni cuándo termina ésta. A través de su práctica, movilizó a técnicos, ciudadanos y políticos creando, además de un espacio de reflexión, un profundo cambio de la psiquiatría, que culmina en Italia con la aprobación por el Parlamento de una ley, la 180, que prevé el cierre de los manicomios, prohibe la construcción de otros nuevos, las subvenciones a instituciones psiquiátricas privadas y el ingreso involuntario en los manicomios, ofreciendo como alternativa la asistencia en la comunidad, donde la persona en crisis pueda expresar más libremente sus necesidades, sufrimientos y tomar parte activa en su proceso terapéutico. Basaglia deja, pues, para siempre transformaciones en su país, en la concepción de la locura y en la práctica psiquiátrica mundial. Transformaciones que, estamos seguros, no han pasado inadvertidas a ningún profesional de la salud mental, y esperamos que todos ellos se unan a nuestro duelo y al compromiso de seguir avanzando en el camino que él inició. /