La seguridad militar en Centroeuropa, núcleo del debate de la Conferencia de Madrid

El nivel de cumplimiento del Acta de Helsinki por parte de la Unión Soviética y los países del Este y el deseo de Estados Unidos y de los países occidentales de que se amplíen las medidas de seguridad militar en el centro de Europa. constituyen los puntos centrales y de equilibrio del debate político de la Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea (CSCE) de Madrid.

Esto es lo que afirmó ayer en Washington el jefe de la delegación española en la conferencia con rango de embajador, Javier Rupérez, en el curso de una conferencia de Prensa con la que clausuró su periplo por Moscú, Estrasburgo y Washington, en el que mantuvo consultas con vistas a la apertura de la fase preparatoria de la CSCE, prevista para el próximo día 9 en la capital española.El embajador Rupérez afirmó que todo está dispuesto para el inicio de los trabajos preparatorios de Madrid, que, según lo aceptado por Estados Unidos y la URSS, no incluirán debates políticos de fondo y se limitarán a la preparación y articulación de la conferencia propiamente dicha, aunque ello conlleve tensiones políticas que afectarán al orden del día y al contenido de la propia CSCE. En definitiva, tras el viaje de Rupérez a Moscú, Estrasburgo -donde se reunió en la sede del Consejo de Europa con los quince representantes de los países de la OTAN, los nueve de la CEE y los de las naciones neutrales- y Washington se puede decir que existe el compromiso de no politizar la fase preparatoria de la conferencia y la certidumbre de que el equilibrio entre la primera y segunda parte de la CSCE será el centro de los debates de los próximos días.

Concretamente, y según lo afirmó Rupérez, la conferencia tendrá del 11 de noviembre al 19 de diciembre próximos una primera parte dedicada al análisis del cumplimiento del Acta de Helsinki. Aquí se espera que los países occidentales, encabezados por Estados Unidos, abran a la URSS todo un proceso sobre la violación de los derechos humanos en este país y, sobre todo, por la invasión de Afganistán. También otras naciones del Este podrán ser sometidas a este tipo de acusaciones que, de seguro, serán respondidas por Moscú con acusaciones sobre la situación de las minorías en EE UU, intervención militar en Irán (la fracasada operación rescate de los rehenes americanos) y otros temas. En esta parte de la conferencia -en la que cada delegación tendrá derecho a un discurso de veinte minutos-, antes de que las comisiones inicien sus trabajos, también han de surgir otros contenciosos intereuropeos.

La segunda parte, a comenzar en enero, tendrá como objetivo redactar las conclusiones y resoluciones posibles, así como elegir el lugar donde podría continuar la conferencia más adelante. Naturalmente, en esta parte toda conclusión o resolución debe adoptarse por consenso general y no por mayoría, lo que hace casi imposible grandes compromisos. Asimismo, las pocas conclusiones o resoluciones que sean viables para la distensión dependerán, sobre todo, del nivel de tensiones y de encontronazos de la primera parte de la conferencia.