Segunda víctima mortal de un atentado neonazi contra vietnamitas
Un muchacho vietnamita de dieciocho años, refugiado en la República Federal de Alemania, es la segunda víctima que ha producido en este país el terrorismo de extrema derecha. Do Anh Lan ha muerto en Hamburgo como consecuencia de las quemaduras que le produjo, el pasado 22 de agosto, una bomba incendiaria lanzada por individuos no identificados en el interior de una sala del hogar para refugiados en que se encontraba desde su llegada a la RFA. La anterior víctima, un maestro, también vietnamita, de veintidós años, pereció en el atentado. En el exterior del edificio aparecieron escritas, en rojo, las palabras «fuera extranjeros».Aunque la policía guarda desde entonces un hermético silencio sobre la marcha de las investigaciones, las sospechas se orientan hacia unos llamados Grupos de Acción Alemanes, de orientación nazi. Parece que tales grupos activistas podrían ser también los autores de otro atentado con bomba perpetrado contra otro albergue para refugiados políticos, en Loerrach (Baden-Württemberg), en el que resultaron heridas de consideración dos mujeres etíopes.
El senador Jan Ehlers, presidente de la comisión de Asuntos Sociales en Hamburgo, ha hecho público un comunicado en el que dice que, «si se fracasara en el intento de esclarecer estos hechos, se nos podría acusar, con razón, de no haber aprendido del pasado».
Los expertos alemanes temen que se produzcan, a corto plazo, nuevas intervenciones terroristas en este país, sin descartar un atentado contra Helmut Schmidt.
La policía de lo criminal asegura que no tiene aún indicios concretos, pero cree que la falta de dinero que empiezan a padecer los grupos activistas tradicionales les obligará a la puesta en marcha de un nuevo plan de acción. Según calcula la policía, estos grupos -«unas veinte personas y alrededor de seiscientos simpatizantes»- disponen aún de un fondo entre dos millones y medio y tres millones de marcos que se agotará en la próxima primavera Los funcionarios de seguridad creen que, en el futuro, los terroristas no practicarán secuestros, sino que preferirán el expeditivo procedimiento del atentado con bomba. Desde 1970 hasta mitad del pasado mayo, la policía alemana ha detenido a 591 personas, como supuestos terroristas o cooperadores de éstos. El mismo informe habla de registros en 141 viviendas.
La Democracia Cristiana ha pedido una sesión especial de la comisión parlamentaria de Asuntos Interiores, con el fin de que el Gobierno informe de la marcha de las actividades policiales, en previsión de nuevos actos de terror. El Partido Socialdemócrata declinó ayer tarde esta petición, por considerar que la divulgación de ciertos detalles podría dificultar la acción de los resortes de seguridad.
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