Salas de juego
El ministro del Interior ha tenido el eran acierto de exigir pruebas en la corrupción del juego; presunta corrupción habría que decir para no caer en presunto delito, si es que la opinión puede ser delito.Y por más que nos parezca interesante y positiva la postura del antiguo gobernador civil de Madrid, lo cierto es que las pruebas son tan evidentes que ni siquiera pedirlas parece serio. En infinidad de ocasiones nos encontramos con denuncias de salas de juego ilegales -por no tener la autorización de los vecinos de la comunidad en que se planta, o por miles de motivos. Esta misma sección de Cartas al director ha sido, y espero que siga siéndolo, un pilar fundamental en la denuncia de casos increíbles, pero auténticos.
Si todos y cada uno de los que sufrimos en nuestra propia carne los casos de ilegalidad de salas de juego nos dirigimos a la Prensa y denunciamos éstos ante las autoridades competentes, algo podría cambiar en este país, si las palabras del señor Rosón son ciertas y de buena fe, cosa que no quiero dudar.
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