_
_
_
_

Del lento DC-1 al sofisticado DC-10

Durante 47 años, la Douglas ha permanecido fiel a las siglas DC, las que dan nombre a sus aviones y constituye la gama más popular de las existentes en el mercado. Del viejo y lento DC-1 al actual DC-10, la Douglas tiene en su currículo los siguientes modelos:DC-1. Apareció en 1933 Y sólo se construyó una unidad. Tenía una longitud inferior a dieciocho metros y, con dos motores, llevaba a bordo a doce pasajeros, a la velocidad de 290 kilómetros a la hora.

DC-2. Diseñado para catorce pasajeros, estableció varios récords transcontinentales de velocidad. Una versión de fuselaje más ancho facilitó la creación del transporte con literas. Apareció en 1934.

DC-3. Despegó por vez primera en 1935. Con este modelo se popularizó el viaje aéreo e hizo rentables a las líneas aéreas. Se construyeron 10.174, para servicio militar, y 455 para vuelos comerciales. Fue el primero que aterrizó en el Polo Sur. En la actualidad vuelan aún un millar de estos aparatos.

Más información
La muerte de James McDonnell deja a la aeronáutica mundial sin uno de sus pioneros

DC-4. Fue el primero en la historia del transporte aéreo de los DC impulsado por cuatro motores. Con 28,36 metros de longitud, se convirtió en el primer aparato con radio de acción para vuelos normales transoceánicos. Una de estas unidades se destinó al servicio del presidente de Estados Unidos Franklin D. Roosevelt. Voló por vez primera en 1942.

DC-5. Fue un proyecto experimental de ala delta. Más pequeño que el DC-3, fue pronto descartado de las cadenas de producción por exigencias de la guerra, que solicitaba aviones de mayor radio de acción.

DC-6. Su primer vuelo lo realizó en 1946. Versión avanzada del DC-4, incorporó motores más potentes y aportó innovaciones, como el aire acondicionado y presión constante en cabina. Podía llevar a bordo cincuenta pasajeros, a 480 kilómetros por hora. Modificaciones posteriores le permitieron albergar un pasaje de 102 pasajeros, a seiscientos kilómetros por hora.

DC-7. Introducido en 1953, equipado con cuatro motores de émbolo y capaz de volar a 640 kilómetros por hora, fue el primer avión comercial de transporte con radio de acción suficiente para vuelos transcontinentales, con vientos a favor o en contra.

DC-8. Voló por primera vez en 1958. Fue el primero de los DC en equiparse con motores de reacción. Con 57 metros de largo en su versión mayor, voló más de 10.800 kilómetros sin escalas, con 251 pasajeros a bordo. Alrededor de 50.000 personas acudieron a presenciar su primer despegue.

DC-9. Para muchas ciudades pequeñas ha llegado a convertirse en el sucesor directo del DC-3. Equipado con dos motores en el extremo posterior del fuselaje, está amenazado por el DC-9 Super 80, más silencioso aún y con mayor número de plazas.

DC- 10. Su vuelo inicial lo realizó en 1970. y entró en servicio en 1971. Incorpora tres motores, su fuselaje es de casi seis metros de anchura, tiene una longitud de 55 metros y medio, puede alojar hasta 380 pasajeros y es capaz de realizar vuelos de 9.600 kilómetros, aproximadamente.

La McDonnell Douglas estudia en la actualidad proyectos de aviones que rebajen los consumos energéticos. Entre sus proyectos inmediatos figura la remotorización de los DC-8, con lo que se obtiene el DC-8 Super 73, al incorporarle un motor CFM-56. La compañía tiene en diseño el ATMR, réplica al aerobús europeo, y dibuja en estas fechas el AST, competidor del Concorde, y con el que le diferencia una capacidad de 225-300 Pasajeros (cien el Concorde), una velocidad de 2,2 mach (2,02 el Concorde) y una autonomía de 5.705 millas náuticas (3.400 el Concorde).

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_