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GALICIA

EL PSOE y el Partido Galleguista rechazan las bases de UCD para negociar el Estatuto

Los secretarios generales del PSOE de Galicia y del Partido Galleguista -grupos políticos más proclives a una negociación con UCD- coincidieron ayer en valorar negativamente las bases para un compromiso sobre el estatuto, propuestas por el comité regional del partido del Gobierno. A la espera de que la oferta negociadora sea formulada oficialmente, el dirigente galleguista Luis Sobrado y el socialista Francisco Vázquez calificaron como simple pacto de interpretación el conjunto de soluciones de compromiso adelantadas a los informadores por el presidente de UCD gallega, Manuel Iglesias Corral.

«Mi impresión», dijo Vázquez, «es que se trata de una toma de postura sin ningún contenido práctico, en tanto que no se aborda el problema de la disposición transitoria tercera ni se habla de pacto político en el desarrollo del estatuto». A juicio del secretario general del PSOE gallego, el compromiso propuesto por UCD implicaría supeditar el texto del estatuto a la interpretación que pudieran darle en cada momento las mayorías parlamentarias. Vázquez anotó, con todo, un aspecto positivo en lo que entiende como cambio de postura de UCD, partido que, con esta primera oferta, estaría reconociendo, en cierto modo, el carácter impresentable del estatuto.Sobrado, secretario general de los galleguistas, afirmó, por su parte, que el texto autonómico «no pude quedar al capricho de los interpretadores de cada instante». Partidario también de un compromiso político, el Partido Galleguista difiere de UCD en los contenidos antes que en las formas del acuerdo. Sobrado se mostró predispuesto a apoyar el estatuto, siempre que hubiese un compromiso firme para su modificación, tras ser aprobado. Afirmó que el objetivo es obtener concordancias explícitas, que permitan una reforma posterior -con la necesaria mayoría de dos tercios- en el Parlamento gallego.

Los puntos de reforma que el Partido Galleguista considera de imprescindible inclusión en el compromiso que pueda firmarse afectan a un variado número de cuestiones, entre las que se incluyen la distribución provincial de escaños en el futuro Parlamento, las competencias exclusivas y compartidas, las diputaciones y las comisiones mixtas de transferencias.

Los galleguistas desearían que se aumentase a ciento el número de componentes del Parlamento, que el texto estatutario fija actualmente entre sesenta y ochenta. A la modificación de este artículo -el once- habría que sumar también la reforma de la disposición transitoria primera, en el sentido de hacer proporcional a la población de cada provincia el número de parlamentarios elegibles.

En el capítulo de competencias exclusivas, el Partido Galleguista pretende que se alcancen como pauta general niveles semejantes a los alcanzados en los Estatutos de Euskadi y Cataluña.

El apartado de competencias compartidas con la Administración central habría de modificarse también, según la contrapropuesta galleguista, con la supresión de la disposición transitoria tercera y la inclusión de la gestión económica de la Seguridad Social como competencia delegada. Las diputaciones transferirían las competencias que precisen una coordinación a escala gallega y, por último, las comisiones mixtas se formarían un mes después de aprobarse el Estatuto, para proceder al traspaso de poderes del Estado a la comunidad autónoma.

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Sobrado declararía, pese a todo, la intención de negociar que mantiene su partido. «Sí una vez analizado el documento que nos envíe UCD entendemos que existen posibilidades de reforma», dijo, «iremos a la negociación, lo que, de ningún modo, prejuzga que vayamos a cambiar nuestro voto negativo al Estatuto».

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