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La Bolsa de Nueva York alcanzó su nivel más alto de los últimos tres años

La Bolsa de Nueva York, uno de los más importantes mercados financieros del mundo, ha alcanzado sus cotas máximas de los últimos tres años y medio, al superar su índice Dow-Jones la cota del 950 al cierre del pasado viernes, negociándose sólo en la pasada semana más de 3.500 millones de pesetas.

Algunos analistas financieros del mercado neoyorquino no han dudado en atribuir la subida en flecha de los valores que se contratan en Wall Street a las enormes posibilidades que todos los sondeos de opinión dan al candidato republicano, Ronald Reagan, de alcanzar la Casa Blanca en las próximas elecciones a la Presidencia norteamericana, que se celebrarán el 4 de noviembre.Estos análisis, a pesar de estar apoyados en una larga tradición norteamericana, según la cual los mercados de valores acostumbran a subir cuando los candidatos presidenciales con mayores posibilidades de ocupar la Casa Blanca pertenecen al Partido Republicano, resultan excesivamente simplistas a los ojos de diversos especialistas.

Algunos apuntan que las elecciones se encuentran aún a tres meses vista, plazo excesivamente dilatado para que se empiecen a cotizar al alza las promesas electorales del señor Reagan, tendentes a mejorar la situación de los inversores, y que se concretan en la reducción de impuestos, el incentivo al ahorro y la limitación de la intervención federal en la actividad de las empresas privadas, señalando además que la recuperación de la Bolsa neoyorquina se inició hace aproximadamente cuatro meses, cuando los planes de recesión impuestos por la Administración Carter se dieron por finalizados.

El proceso de recuperación de los precios en Wall Street se inició en el mes de abril. Las últimas posiciones del índice Dow Jones en el mes de marzo se situaban en torno a 740 dólares. Dos cientos puntos separan aquella posición de la de cierre del pasado viernes, tras cuatro meses de vacilaciones, subidas espectaculares, seguidas de ventas apresuradas, y salpicados incluso por escándalos como el que conmovió los cimientos del sistema americano cuando, hace un mes, comenzaron a salir a la luz pública las supuestas vinculaciones del hermano del presidente Carter con el dirigente libio Gadafi. No obstante, los precios continuaron su tendencia alcista, hasta llegar a niveles históricos.

La caída de los bonos del Tesoro

En un mercado tan sofisticado como es el de las finanzas norteamericanas no resulta muy lógico pensar que semejante reacción se deba en exclusiva a las posibilidades que tenga de alcanzar la Casa Blanca un candidato ultraconservador como es Ronald Reagan.Existe una serie de mecanismos, aparte de la propia Bolsa, que también permiten seguir el pulso financiero del país, y entre éstos tienen una importancia especial los bonos del Tesoro, títulos de deuda de la Reserva Federal que se emiten a plazos cortos y que suponen un elemento inestimable de control de la política monetaria.

Estos bonos, y más concretamente los emitidos a noventa días, tenían un interés del 16,10% el 25 de marzo pasado, mientras que el 26 de junio el tipo de interés al que se realizaban las ventas era del 7,4%.

Una vez logrados los planes de recesión impuestos por el equipo económico del presidente Carter a finales del primer trimestre del presente año, el control de la masa monetaria dejó de ser un elemento prioritario, con lo que se inició un descenso muy acusado del interés de los bonos del Tesoro, que tuvo como efecto inmediato una drástica caída, hasta el 11%, en el tipo de interés (prime rate) que los bancos pagan por sus depósitos, y que había llegado a alcanzar el 20%.

Así no es de extrañar que buena parte de los inversores volviesen sus ojos sobre activos más competitivos en cuanto a rentabilidad, y se encontraron con una Bolsa, completamente deprimida, en la que se contrataba poco y a la baja.

A partir de aquí no es difícil componer el resto de la historia. La actividad en los mercados de valores comenzó a incrementarse y las cotizaciones iniciaron discretas trayectorias ascendentes.

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