Los chabolistas de Carabanchel encuentran terrenos para viviendas protegidas

El realojamiento de los chabolistas de la zona de Carabanchel Bajo puede empezar a tener solución, ya que, según un informe elaborado por la coordinadora de chabolistas de la zona, existen terrenos dentro del distrito que podrían ser perfectamente elegidos para la construcción de las viviendas necesarias para todos los afectados por este problema.

La coordinadora, teniendo en cuenta la orden ministerial de 24 de mayo de 1979, se ha dedicado a buscar los terrenos que se estiman necesarios y señala que en las cercanías de la plaza Fernández Ladreda (la glorieta Elíptica) existen terrenos suficientes para edificar viviendas que alojen a los chabolistas de los barrios de Goya, Jauja, Agustín Rodríguez, Bonat, Tercio Terol y de la Vía.La primera cuestión que se formularon los miembros de la coordinadora fue el encontrar terrenos cercanos al lugar en donde, en la actualidad, se encuentran las chabolas, ya que, según una encuesta realizada entre los afectados, la inmensa mayoría manifestaba que su deseo era permanecer en el barrio donde habían pasado casi toda su vida. La orden del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) pretende acelerar el proceso de construcción. Con estos dos puntos de apoyo, la coordinadora se dedicó a buscar lugares apropiados y señala, en su informe, que los encontrados están situados dentro de un radio de acción de mil metros de los actuales barrios de chabolas.

La urgencia en conseguir la erradicación de este tipo de infraviviendas se debe a las pésimas condiciones de vida que sufren los chabolistas. Según la mencionada encuesta, cuyo resumen se ha entregado a la delegación provincial del MOPU para su estudio, el número medio de miembros que componen cada una de las familias afectadas supera las cuatro personas, la media de edad se sitúa alrededor de los 35 años y la renta media anual por persona no llega a las 80.000 pesetas.

Asimismo, las viviendas ofrecen unos números medios significativos. La superficie oscila en cada una alrededor de los 35 metros cuadrados, de los que viene a corresponder, por persona, menos de nueve. Solamente un 7% de ellas tiene servicios higiénicos (agua, ducha, lavabo, retrete), en todas existe gran número de ratas y un 70% sufre frecuentes inundaciones durante el invierno.

Finalmente, el paro alcanza al 21% de su población activa, casi la mitad realiza trabajos sin ninguna calificación profesional y más del 18% de los cabezas de familia son analfabetos. Las infecciones hepáticas o tifoideas afectan a un 50% de los residentes en estas chabolas, y las enfermedades respiratorias o reumáticas, a un 40%.

La zona escogida

Los terrenos señalados por la coordinadora para la posible construcción de estas viviendas de protección oficial están situados junto a la plaza de Fernández Ladreda y muy cercanos al vértice del ángulo que forman en esta glorieta las calles de Santa María de la Cabeza y Oporto. Gran parte son solares pequeños y una pequeña zona está ocupada por chabolas que albergan a unas setenta familias. La mayor parte de éstas están en las listas para futuras adjudicaciones de viviendas, por lo que el derribo de sus habitáculos no representaría graves problemas.También contempla el trabajo realizado las posibilidades de obtención de este suelo y el informe señala, por un lado, el método de la expropiación y, por otro, el de la aportación. Según este segunda propuesta, se agilizarían los trámites para la obtención de suelo y, además, no sería necesaria una fuerte inversión inicial.

Por otra parte, las chabolas que existen en el lugar, algunas de las cuales no están habitadas, se encuentran en un estado tal que las condiciones de vida en ellas se encuentran muy por debajo del límite de habitabilidad.