Hirosima propone una conferencia mundial para la paz
La población de Hiroshima celebró ayer el 35º aniversario de su holocausto nuclear, solicitando una conferencia mundial para la paz.A las 8.15 horas de la mañana, la hora precisa en que estalló la bomba atómica, toda Hiroshima se paralizó, trenes, autobuses, y durante un minuto la ciudad quedó en silencio.
Luego, en la ceremonia del parque de la Paz, el alcalde de la ciudad. Takeshi Araki, propuso una conferencia mundial para la paz, en la que debían participar especialmente los dirigentes de la Unión Soviética y Estados Unidos. Según la petición, la conferencia debía celebrarse antes de la sesión especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre desarme, prevista para dentro de dos años.
Delante de 40.000 habitantes de Hiroshima y numerosas delegaciones extranjeras, en especial representantes de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, México y la India, Araki invitó a la Humanidad a «apartarse del camino de la autodestrucción».
«Hiroshima propone», dijo, «la celebración de una conferencia cumbre a escala mundial por la paz antes de la sesión especial de la ONU sobre desarme».
El día anterior, el primer ministro japonés, Enzo Suzuki, dio su apoyo a este proyecto de desarme discutido a escala mundial, y solicitó al Ministerio de Asuntos Exteriores nipón que estudiase la propuesta.
Después del minuto de silencio en honor de las víctimas de aquel 6 de agosto de 1945, cuando el avión norteamericano Enola Gay dejó caer sobre Hiroshima la bomba atómica, sonó la «campana de la paz», tocada por dos personas de 34 años; que aquel trágico día se encontraban en el vientre de sus madres.
Mientras el alcalde hablaba de este mundo, «sumido en un continuo derramamiento de sangre», millares de familiares de los muertos en Hiroshima, a consecuencia de la bomba atómica, elevaron al cielo centenares de columnas de incienso.
Más de 30.000 personas se congregaron frente al cenotafio de esta ciudad, donde se añadieron a la lista de víctimas de la bomba, que allí se guarda, los nombres de otras 2.279 personas fallecidas en 1979.
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