British Steel bate todos los "récords" de pérdidas en la historia del Reino Unido
La depresión que afecta al sector siderúrgico británico puede forzar al complejo nacionalizado British Steel a reducir aún más su producción en seis millones de toneladas anuales y a aumentar el número de despidos, según anunciaba ayer la memoria anual de la compañía, que revelaba, al mismo tiempo, que British Steel ha batido el récord de pérdidas de una compañía británica, 545 millones de libras (unos 85.000 millones de pesetas).
La presentación de la memoria se produjo este año sin la habitual conferencia de prensa que tradicionalmente ha precedido a la entrega del documento. La memoria fue repartida a los periodistas con una nota del nuevo presidente, lan Mac Gregor, en la que presenta un sombrío panorama de la industria siderúrgica británica.La pérdida de la British Steel en el pasado ejercicio, la mayor sufrida por una compañía en la historia del Reino Unido, asciende a 750 millones de libras en términos reales, si se le aplica el necesario ajuste, debido a la inflación, y supone un duro golpe a los planes de recuperación de la compañía, que el anterior ejercicio había previsto poder equilibrar su presupuesto para marzo de este año.
Mac Gregor, que fue contratado el pasado mayo por el Gobierno a un banco americano por un «traspaso» de 1.800.000 libras (unos 206 millones de pesetas), ha advertido que es muy posible, a la vista de la situación de la compañía y de la recesión en el mercado siderúrgico mundial, que British Steel se vea obligada a reducir su producción, de los veintiún millones de toneladas anuales, a quince, y a proceder a más cierres y despidos. British Steel ha despedido en lo que va de año a unos 50.000 trabajadores, lo que supone un tercio de su fuerza laboral.
La huelga registrada en British Steel a principios de año, que duró cerca de tres meses, es una de las principales causas de las pérdidas de la compañía.
La importancia de estas cifras obligará, sin duda, al Gobierno a aumentar el tope de 450 millones de libras de créditos marcados al complejo siderúrgico para su desenvolvimiento. El nuevo presidente ejecutivo ha manifestado que los 450 millones suponen un «corsé » demasiado estrecho para la compañía en su actual situación.
