Nueva técnica para la amputación y reconstrucción simultánea del pecho en el cáncer de mama
Un joven médico zaragozano, el doctor Rodrigo Cucalón, ha desarrollado una técnica de amputación y reconstrucción simultánea en el tratamiento del cáncer de mama. En una sola intervención quirúrgica, la paciente es operada de cáncer y al mismo tiempo se le crea un nuevo pecho, de forma que se elimina en gran parte el trauma psicológico que suele acarrear la amputación del pecho.
La técnica descubierta por el doctor Rodrigo es fruto de varios años de investigación y está experimentada, con óptimos resultados, en veinticuatro casos, en los que no ha surgido ninguna complicación.Miguel Angel Rodrigo Cucalón tiene 35 años, terminó la carrera en 1968, titulándose en cirugía general y en cirugía plástica. Esta doble condición, unida a una apasionada vocación médica, le llevó a investigar en ambos campos hasta encontrar esta técnica -que hace cirugía oncológica y plástica en una sola vez-, que ha sido calificada como el descubrimiento más importante en su género desde que Halsted inventó la técnica de la amputación.
La técnica parte de hacer cirugía radical por los sistemas Halsted o Patey, porque «lo primero es intentar atajar la enfermedad; no se puede hacer mastectomía subcutánea ni simplemente quitar el tumor. Estos procedimientos están proscritos, no tienen rigor científico; eso no es cirugía oncológica». Después se coloca una prótesis, idéntica a cualquier operación de plástica, y llega la fase principal, que es la cobertura de esa prótesis, porque la piel del tórax no bastaba al producir una gran tensión, ni tampoco dieron resultado los injertos. El sistema es desincrustar el músculo gran dorsal de la espalda y, con su piel correspondiente, pasarlo al tórax. De este modo se logra tener en el pecho músculo y piel y se puede radiar porque no hay peligro de que se pueda necrosar al hacer radioterapia. Las cicatrices, tanto en la mama como en la espalda, quedan perfectamente ocultas bajo el sujetador.
La primera ventaja psicológica de la técnica del doctor Rodrigo es la pérdida del temor de la mujer a perder el pecho; «si la mujer sabe que su pecho se puede reconstruir en el acto, puede perder el miedo y se puede hacer un diagnóstico precoz».
La segunda es la eliminación de los graves efectos de la mutilación. «Siempre me había preocupado la técnica de la reconstrucción. Yo veía en la consulta que hasta las mujeres de edad más avanzada venían con un relleno de algodón. Las más jóvenes me hablaban de su horror a hacer vida sexual, e incluso a verse simplemente desnudas».
Médicamente tiene también la ventaja de que no interfiere los tratamientos de radioterapia y quimioterapia. Esto fue objetivo fundamental para el doctor Rodrigo, que previamente realizó estudios radiológicos de la prótesis, llegando a aplicar 15.000 radiaciones -cuando lo usual son 5.000- sin que se produjera ninguna alteración.
La operación dura cinco horas. Al día siguiente, la enferma se levanta, y al quinto puede pasar a su domicilio. A las tres semanas comienzan los tratamientos de radioterapia. La técnica del doctor Rodrigo Cucalón, a pesar de todas las incomprensiones que acarrea todo procedimiento innovador, causó sensación al ser conocida en el VI Curso Internacional de Cirugía Plástica, celebrado en la clínica Planas, de Barcelona, en septiembre de 1979. Su titular le prestó un decidido apoyo y ha formado equipo con él en diversas intervenciones. Lo mismo ocurrió en posteriores congresos.
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