La presencia de la policía antiterrorista en la Costa del Sol ha ahuyentado a los ladrones
Tradicionalmente, en los meses de verano aumenta de forma notable el número de hechos delictivos en la Costa del Sol, especialmente los atentados contra la propiedad y el tráfico de drogas. La policía malagueña tiene que multiplicarse en estos meses para intentar controlar a los numerosos ladrones y traficantes que acuden a la zona.
La detención, hace unos días, de cuatro jóvenes alemanes, a los que se les ocuparon quinientas dosis de LSD-25, y de dos vecinos de Barcelona que habían llegado a la Costa del Sol con dos kilos de joyas robadas, para adquirir con ellas hachis, han sido los dos últimos servicios realizados. Al margen de las grandes operaciones delictivas, la frecuencia con que se producen pequeños delitos, tales como tirones, asaltos a chalés u otros, es una constante preocupación de las autoridades malagueñas, por cuanto ayudan a mantener en primer plano de la actualidad, el tema de la inseguridad ciudadana, de perniciosos efectos para el turismo.Con la presencia en la Costa del Sol de numerosos efectivos policiales y de la Guardia Civil, a causa de las pasadas amenazas terroristas, ha bajado considerablemente el número de estos pequeños delitos. El famoso tirón de bolso en especial, que llegó a crear una auténtica psicosis, ha disminuido bastante, así como la presencia en las calles de grupos de navajeros, especialistas en desvalijar a nacionales y turistas de cuanto lleven de valor. Las autoridades están preocupándose de forma especial de este tema, urgidos por las continuas protestas de los empresarios del sector turístico, que ven en este tipo de delincuentes uno de los principales peligros para el prestigio de la zona turística.
El tráfico de drogas
Por su proximidad con las costas marroquíes, la Costa del Sol está considerada como el punto más importante de entrada de drogas en nuestro país. Baste un dato: en los seis primeros meses del año, la brigada de estupefacientes Costa del Sol, con sede central en Torremolinos y con un campo de acción que comprende desde Almería hasta el Campo de Gibraltar, ha intervenido nada menos que novecientos kilos de hachís, cinco gramos y medio de heroína y 260 gramos de cocaína, con un valor, todo ello, de unos cien millones de pesetas. En el mismo período de tiempo, la sección antidrogas de la Guardia Civil ha conseguido apoderarse de 1.538 kilogramos de hachís, valorados en unos 180 millones de pesetas.Entre los detenidos figuran algunos traficantes importantes. La gran rentabilidad del «negocio» -100.000 pesetas pagadas en Marruecos se convierten en medio millón con tan sólo pasar el «charco»- está haciendo que empiece a aparecer en el tráfico de drogas gente «limpia», que pretenden dar un buen golpe para resolver dificultades económicas.
De un tiempo a esta parte se está produciendo una importante conexión entre los atracos a joyerías y el tráfico de drogas. Algunos cultivadores importantes de las montañas de Marruecos, burlados más de una vez por los traficantes, que les pagaron la mercancía con dinero falso, exigen el pago en oro..
Los traficantes evitan introducir la droga por los puntos fronterizos, en los que sólo se interviene ya algunas cantidades menores. El grueso se pasa en embarcaciones recreativas o de pesca durante la noche. Recientemente, la brigada Costa del Sol intervino un importante cargamento en las playas de Manilva (Málaga), destinado a unos que al final fueron detenidos. La gran extensión de las costas a vigilar hace pensar a los expertos policiales que el total de droga intervenida no es sino una mínima parte de las que se introduce.
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