Bloqueadas las negociaciones sobre Gibraltar

Altos funcionarios de España y Gran Bretaña concluyeron ayer en Londres, sin resultados importantes, una ronda de conversaciones hispano- británicas sobre el problema de Gibraltar. Al término de la reunión,se confirmó que, por el momento, no hay fechas para el encuentro Oreja-Carrington ni para la apertura definitiva de la frontera gibraltareña.Desde los primeros días de septiembre estaba previstá una entrevista en Londres entre los ministros de Asuntos Exteriores de España y Gran Bretaña, para intentar desbloquear el proceso negociador dibujado por Oreja y Carrington en Lisboá, hace ya varios meses.

En los últimos días, la entrevista Oreja-Carrington fue aplazada sucesivamente por problema de calendario de ambos ministros -según fuentes oficiales- y ante la perspectiva de una solución difícil e inmediata a los problemas planteados en estos debates. Por ello, se ha preferido el envío a Londres de una ación de expertos presidida por el director general de Europa, Juan Durán, quien se ha entrevistado en la capital inglesa con el viceministro de Exteriores, Gilmour, el director general, Dount, y el subsecretario, Fergusson.

Objetivos iniciales de estos encuentros, amén del análisis de temas bilaterales e internacionales, era el de buscar una salida al bloqueo inicial en el que se encuentran las negociaciones sobre Gibraltar, prisioneras del propio acuerdo de Lisboa, que preveia, en líneas generales, la apertura de la frontera terrestre de Gibraltar el mismo dia del inicio de las negociaciones políticas sobre el futuro de la roca. También en la declaración de Lisboa se hablaba de primeros de junio como fecha posible para ambos proyectos, pero sin dejarla como definitiva.

Problemas políticos

Ahora, el problema parece mucho más complejo de lo que se creía en un pnncipio. Porque, aparte de cuestiones de índole técnica o jurídica como las implica la instalación de una nueva aduana y de normas para circulación de personas y vehículos, han surgido problemas de índole más política. Estos vienen de la actitud de los gibraltareños, que no parecen plenamente favorables a conceder a la parte española toda la reciprocidad de residencia, compras, etcétera, que ellos podrían disfrutar en España, una vez abierta la frontera, por miedo a una paulatina invasión temporal del territorio de Gibraltar. Esto, unido a temas técnico-jurídicos, parece bloquear el desarrollo de las conversaciones que no consiguieron avanzar en lo esencial, en los contactos londinenses de ayer.En cuanto al encuentro Oreja-Carrington, todo parece indicar que ambos ministros desean un mayor acuerdo en las negociaciones técnicas antes de comenzar con el diálogo político que, esta vez, podría coincidir con la apertura de la frontera y convertirse, de hecho, en negociación formal, posiblemente al inicio del próximo otoño.