Posible acuerdo entre Transportes y los fabricantes de camiones

El conflicto que enfrenta a los fabricantes españoles de vehículos industriales y al Ministerio de Transportes con motivo de una reciente orden ministerial por la que se anulan las licencias de transporte para los vehículos de más de seis toneladas y se contingentan los comprendidos entre dos y seis toneladas podría tener un acuerdo en fecha próxima. Aunque el ministerio no quiere cambiar sustancialmente la orden, por estar plenamente de acuerdo con su filosofía, las presiones de los fabricantes y del Ministerio de Industria pueden llevar a un acuerdo en el sentido de retrasar la entrada en vigor de la orden en lo que afecta a los vehículos más pequeños.La citada orden ministerial apareció en el Boletín Oficial del Estado el pasado día 30 de junio. Según la misma, las licencias de transporte para los vehículos de más de seis toneladas quedaban automáticamente reducidas a cero y, al mismo tiempo, se contingentaban los vehículos industriales comprendidos entre dos y seis toneladas.

La orden cogió un poco de sorpresa a los fabricantes de camiones y vehículos industriales ligeros de este país, que reaccionaron con un telegrama urgente al ministro y una visita al director general de Transportes, con la amenaza de que, si no se anulaba la orden, los fabricantes suspenderían su producción y procederían a una drástica regulación de empleo.

Sin embargo, el Ministerio de Transportes, en las recientes reuniones mantenidas con los afectados y con técnicos del Ministerio de Industria, se ha mostrado inflexible. Transportes considera, con cifras elocuentes de las licencias concedidas en pasados años y los vehículos matriculados, que la incidencia de la nueva orden es mínima. El pasado año se matricularon, según datos de la Dirección General de Tráfico, más de 100.000 camiones, cuando las licencias eran sólo de 6.000, y casi 1.500 autobuses, para un total de licencias de 350. Esas cifras demuestran, en opinión de Transportes, que la incidencia de las licencias sobre las ventas en mínima.

La orden, por otra parte, se refiere sólo a transporte público, no urbano, mientras que el privado -el que tienen las empresas para su propio servicio- no queda afectado. Y, dentro del transporte público, los vehículos especiales quedan prácticamente todos ellos también fuera del ámbito de la nueva orden.

Los fabricantes, por su parte, insisten en el perjuicio, aunque sea sólo, a nivel psicológico, que este tipo de medidas puede producir en un mercado que atraviesa una dificil situación. Para los fabricantes es sintomático que mientras el mercado de vehículos de más de seis toneladas -contingentado desde 1971- ha experimentado una recesión de un 48% en los últimos seis años, el de los ligeros -que no lo estaba hasta el pasado día 30 de junio- ha crecido espectacularmente.

Sin embargo, ambas partes coinciden en que el problema más grave que afecta al sector -además de la falta de orden que argumenta el ministerio de Transportes- es el envejecimiento del parque. Según datos oficiales, ruedan por España más de 1.200 camiones que tienen más de treinta años de vida; casi mil con más de veinticinco años; más de 3.000 con más de veinte años, y más de 32.000 que tienen más de quince años de vida. Estas cifras son muy superiores a las de los; países de la CEE e inciden en un aumento del consumo y de la peligrosidad en las carreteras.

Con la actualización del parque, los fabricantes saldrían beneficiados, porque los vehículos afectados son muchos más que las licencias que podrían darse. Pero esa medida tendría que venir a través del Ministerio de Industria -por asombroso que parezca, esos camiones obtienen cada año permiso de Industria de estar en condiciones de circular- y acompañada de una acción del de Economía, que facilitase líneas de crédito o de leasing para los afectados.