Veintisiete calles, entre ellas la avenida del Generalísimo, cambiarán de nombre el próximo día 25

El próximo día 25, veintisiete calles del centro de Madrid cambiarán su denominación actual por la que tuvieron antes de 1931. La decisión fue acordada por el pleno de la corporación municipal hace seis meses, el día 25 de enero, todo este tiempo ha servido de plazo para que todos los afectados pusieran su nueva dirección en rótulos, papeles o carteles.

Las placas con el nuevo nombre de las calles se empezarán a colocar estos días, con el fin de que el día 25 todas las calles respondan a su nueva denominación. El coste de las 590 placas ha sido de 469.640 pesetas, y el de la nueva numeración (140 números) que habrá que colocar en la anteriormente denominada avenida del Generalísimo (ahora, paseo de la Castellana) será de 375.500 pesetas, que tendrán que pagar los vecinos afectados por el cambio. Los precios de estos rótulos son bastante variados. Los que han pedido que fueran en oro tendrán que desembolsar 7.000 pesetas, aunque los hay más baratos, como los de chapa, madera o aluminio con salientes de oro.Lo que no se ha hecho es un cálculo riguroso sobre lo que va a costar el cambio de publicidad de comercios, de rótulos, domicilio social de notarías o impresión de papel de oficina (sobres, cartas, tarjetas). Enrique Moral, concejal responsable de la Delegación de Cultura, reconoce que el ayuntamiento no ha tenido la precisión de hacer este cálculo, y añade que los concejales de UCD realizaron en su día un estudio, «pero las cifras que daban son desorbitadas y bastante ajenas a la realidad. Yo no creo que el coste sea alto, porque sobre las antiguas direcciones se puede hacer una reimpresión».

En el capítulo de previsiones para evitar confusiones con los nuevos nombres, las medidas municipales tomadas desde la Delegación de Cultura han consistido en enviar -en agosto del año pasado- un escrito a la Cámara de Comercio, Telefónica, Dirección General de Correos, CEOE y CEPYME, en los que se pedía su opinión, y posteriormente se les comunicó el acuerdo plenario.

Se mantienen 173 calles con denominación franquista

Pese a las numerosas protestas de sectores ultras, e incluso centristas, contra el cambio de denominación de las veintisiete calles, en el callejero de Madrid todavía quedarán sin modificar más de 170 calles cuyos nombres están en relación con personas y hechos derivados de la guerra civil. Después de 1939 se cambió el nombre a 150 calles, y posteriormente, otras cincuenta vías fueron bautizadas con denominaciones claramente franquistas.Enrique Moral explica que el ayuntamiento ha actuado en base a criterios de economicídad y que por eso el cambio de nombres se ha reducido exclusivamente a veintisiete, pese a que las juntas municipales pidieron la desaparición de todo nombre que recordara la pasada guerra. «Sus propuestas apuntaban a la recuperación de nombres de la II República, pero hemos querido borrar todo tipo de enfrentamientos y se ha optado por volver al nomenclátor anterior a 1931».

Respecto a la desaparición de la avenida del Generalísimo -que contó incluso con el voto negativo de los concejales de UCD-, el concejal de Cultura explica que, según se puede leer en los archivos de la Casa de la Villa, en 1915 el primer tramo se denominabá paseo del Hípódromo, y el segundo -desde la plaza de Castilla hasta la carretera de la Playa- era conocido por carretera de Francia. Luego, en 1934, en un plano de Madrid aparece como prolongación de la Castellana.

Mientras las nuevas placas entran en vigor, Enrique Moral asegura que tanto los taxistas como los funcionarios de correos han recibido instrucciones para que, aunque una carta llegue con la antigua dirección, ésta pueda llegar a su destinatario, o si alguien está de paso por Madrid y no se ha enterado de los nuevos nombres, el taxista le lleve al destino deseado sin problemas de ninguna clase. «No pienso que se produzcan problemas de esta índole, porque ya se han dado las debidas instrucciones -añade Enrique Moral-, pero además hay que contar con que muchos de estos nombres que se recuperan no han sido nunca dejados de utilizar por los madrileños, y que otros se estaba deseando dejar de usar».

El número de calles que cambien de nombre puede ser ampliado en los próximos años, ya que, según el señor Moral, las cartas que solicitan la desaparición de ciertas denominaciones llegan continuamente a la delegación.