La Iiberalización del sistema financiero flexibilizaría el déficit público
La financiación del déficit público está «íntimamente relacionada con la conveniencia de proseguir el proceso de flexibilización de nuestro sistema financiero, buscando el ahorro en todos los plazos en que éste se encuentre disponible», dijo ayer el gobernador del Banco de España, José Ramón Alvarez Rendueles, en su intervención anual ante el consejo general del banco celebrada ayer.
El señor Alvarez Rendueles planteó la necesidad de una rápida liberalización del sistema financiero español, que «no puede detenerse a medio camino, porque ello sólo crea distorsiones».«La economía española», señaló el señor Alvarez Rendueles, «se enfrenta con la necesidad de ampliar sus cotas de ahorro e inversión y forzar el ritmo de sus exportaciones, con la necesidad de asegurar una eficaz asignación de los recursos a través del esfuerzo inversor y con la necesidad, en fin, de adaptar los precios relativos de los factores de producción a su situación relativa de escasez. Tanto el aseguramiento de los suministros de energía como la mejora de la eficacia energética del país, la necesidad de reestructurar las industrias en crisis y de desarrollar una inversión capaz de crear nuevos puestos de trabajo, imponen cuotas elevadas de ahorro e inversión a nuestra economía».
Para el gobernador del Banco de España es necesario que «los salarios reales crezcan menos que la productividad en el próximo futuro como única vía de corregir la distorsión de precios relativos actualmente existentes».
Financiación real
En materia de financiación, el señor Alvarez Rendueles señaló que, aunque no se han abandonado los objetivos de reducción paulatina de la tasa de inflación, las «disponibilidades líquidas han pasado a crecer en términos reales, el crecimiento del crédito al sector privado ha avanzado a una tasa del 19,4% como promedio de los doce meses que acaban en el pasado mes de mayo y todos los indicadores disponibles señalan una notable reducción del grado de racionamiento del crédito y de la medida en que las dificultades de financiación constituyen, en estos momentos, un obstáculo efectivo a la demanda ya la actividad».Rechazó Alvarez Rendueles la tesis de que una mayor expansión monetaria permitirla reducir los tipos de interés monetarios y reales, favoreciendo la inversión privada.
«La reducción de los tipos de interés nominales depende, básicamente, de la evolución de las expectativas de inversión, y su depresión artificial a costa de los tipos reales es una operación incierta en sus efectos de estímulo de la demanda y generadora de mayores distorsiones en términos del ahorro privado y de la asignación eficaz de los recursos».
Los riesgos de la inversión pública
El gobernador del Banco de España aludió también al papel de la inversión pública, cuyo papel estimulante tropieza «en nuestra economía con la reducción observada en el ahorro público y plantea problemas relativos a la financiación del déficit del sector público».En su opinión, los gastos públicos corrientes han venido creciendo a un ritmo muy fuerte durante los últimos años en todos sus componentes, lo que «ha determinado una progresiva reducción del ahorro público. No cabe ignorar», añadió, «la dificultad de atajar ese crecimiento de los gastos corrientes que refleja, en buena medida, la absorción por el Estado de una parte importante del coste de la crisis. Pero aun aceptada la dificultad, esa moderación es importante para que pueda reanimarse la inversión pública sin plantear problemas insolubles de financiación de los déficit resultantes. Sin encontrar virtudes en los déficit públicos, lo que hoy ha de preocuparnos es el origen de esos déficit, su rápida tendencia al crecimiento y la dificultad de financiarlos por vías distintas de la expansión monetaria».
El señor Alvarez Rendueles, en un claro pronunciamiento a favor de la liberalización del sistema financiero, añadió que la dificultad de financiar los déficit públicos «está íntimamente relacionada con la conveniencia de proseguir el proceso de flexibilización de nuestro sistema financiero, de enriquecimiento de los instrumentos en él disponibles y de ampliación de los mercados que lo integran. Un proceso de liberalización no puede detenerse a medio camino porque ello sólo crea distorsiones, frena las ventajas acumulativas liberadas por el propio proceso y acaba generando argumentos y presiones para invertir la dirección de la política. El Banco de España ha defendido y sigue defendiendo la flexibilización creciente del sistema financiero porque está convencido de que libera más fuerzas favorables que adversas. Y entiende que la financiación de los déficit públicos debe insertarse en ese proceso de flexibilización, atendiendo a las exigencias del mercado y buscando el ahorro en todos los plazos en que éste se encuentre disponible, dentro de un clima general de libertad de tipos de interés».
Finalmente, el gobernador justificó los mecanismos de salvación de bancos en crisis puestos en marcha a lo largo de los últimos meses. «La reacción de la propia banca y el funcionamiento de los mecanismos permiten afirmar, con un alto grado de certeza, que el grueso de las dificultades bancarias ha pasado ya».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.