Paquetes aéreos
El pasado día 13 del presente, en el vuelo 326 desde Jerez de la Frontera, facturé directamente a Santander dos maletines pequeños. Bien se sabe que en Jerez y en Santander se aprecia desde la recepción hasta el embarque o desembarque de los equipajes, cosa ésta que no ocurre al llegar a Madrid, en donde las maletas han de estar almacenadas hasta conectar el vuelo siguiente.Al llegar al hotel, en Santander abrí mi equipaje normalmente y, en una de las maletas, aprecié la falta de 60.000 pesetas y 3.000 pesetas de lotería aproximaclamente. La maleta había sido abierta y luego cerrada, lógicamente se necesita tienipo y quietud para hacer un registro de esta clase, puesto que nada más habían tocado.
Es de entender que los billetes de 5.000 pesetas no van a aparecer ni ahora ni nunca, pero hay algo que est á claro en todo esto y es lo siguiente:
Durante ese tiempo de espera, en Madrid, de los equipajes, y de la misma forma que se extraen objetos y dinero, es muy fácil colocar una bomba o cualquier otro artefacto en cualquier maleta. Y pregunto entonces, para qué esos controles, para qué esos registros y retrasos, para qué esos enfrentamieritos de la Guardia Civil con los viajeros cuando algo se podría solventar con señalar en los billetes de los vuelos el número del DNI, y no tener que pasar la vergüenza de tener que ir desnudándose poco a poco hasta que la alarma cese.
No sólo no se puede vi.ajar con joyas ni con dinero, sino que ahora es en, Iberia o Aviaco donde puedes quedarte desvalijado y, además, no hay una ley ni un derecho que garantice la securidad de lo que entregues en la báscula. Este caso, por lo visto, no es sólo el mío, puesto que, según el jefe de Coordinación, «han vuelto a las andadas», lo que significa que han venido robando maletas y que la marea vuelve de nuevo. Lamentable situación en la que: nos encontramos. de la que considero que, por quien corresponda, se efectuará un análisis a fondo del personal de plantilla, del control de almacenaje y de la conducta de dicho personal, antes de que tengamos que lamentar de alguna forma daños irreparables y el desprestigio democrático ante quienes nos visiten de otros países./
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