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Barre: Reformar la agricultura y presupuestos de la CEE antes del ingreso de España

El primer ministro de Francia, Raymond Barre, confirmó ayer en Madrid que España no ingresará en las Comunidades Europeas hasta que la CEE consiga reformar sus políticas agrícola y financiera. El jefe del Gobierno galo, que se entrevistó ayer con el presidente Suárez durante más de dos horas y que fue recibido por el rey Juan Carlos en la Zarzuela, declaró en una conferencia de prensa que no se pueden establecer fechas para el ingreso de España en la Comunidad ni para la reforma de las políticas agrícola y presupuestaria de los nueve, añadiendo que si para 1982 estas dos cuestiones no están solucionadas el futuro de la CEE será incierto.Barre, que calificó de «aventureras» las actitudes de los países que apoyan sin condiciones el ingreso de España en el ámbito comunitario, afirmó que Francia «no está tan sola en su posición como algunos pretenden hacerlo creer». Asimismo, añadió que su Gobierno buscará una fórmula para mantener inforniada a la Administración española sobre la marcha de las citadas reestructuraciones comunitarias y que las negociaciones entre Madrid y Bruselas podrán continuar sobre cuestiones como la unión aduanera, TVA, si derurgia, etcétera, aunque de ninguna manera sobre los temas financiero y agrícola. Sobre estos temas, Barre dijo: «Está suficientemente claro que las negociaciones hispano-comunitarias no podrán concluir mientras las incertidumbres pesen sobre ambos apartados».

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Barre confirmó en Madrid que hay condiciones para el ingreso de España en la CEE

Viene de primera página

Las conversaciones Suárez-Barre, celebradas por espacio de más de dos horas en el palacio de la Moncloa, estuvieron marcadas por la franqueza y un rudo realismo», según un comunicado oficial del Gobierno español y fueron «útiles, francas y cordiales», según palabras del primer ministro francés. Los matices utilizados por una y otra parte a la hora de definir el diálogo hispano-galo revelan la actitud molesta e indignada de la parte española y el tono conciliador del lado francés.

El comunicado difundido por la Secretaría de Estado para la Información fue la única información y reacción hispana al encuentro Suárez-Barre. La parte francesa fue mucho más generosa, al menos con parte de la prensa española, ya que el primer ministro ofreció una conferencia de prensa en la residencia del embajador de Francia en Madrid. Una convocatoria de la que fueron excluidos los corresponsales extranjeros acreditados en la capital española y algunos medios informativos hispanos -en algunos casos el veto se debió al tono con que dichos medios trataron a las primeras autoridades de Francia en los últimos días, según fuentes diplomáticas-, lo que provocó la protesta justa de los discriminados.

También en el marco de la tensión y del ambiente que reinó en las conversaciones hay que señalar la confusión que se impuso en el despacho del presidente cuando se anunció que Suárez y Barre hablarían a solas, sin ministros ni embajadores, con la presencia de los intérpretes. Fue en este diálogo donde, después, de que Suárez pidiera con firmeza a Barre una mayor cooperación en el tema,del terrorismo vasco, el primer ministro francés señaló que las declaraciones de mierribros del Gobierno español acusando a Francia de cooperar con ETA eran lamentables,. como luego lo repetiría el propio Barre en su conferencia de prensa. Por otra parte, hay que señalar que también hubo choque dialéctico entre los ministros de Agricultura de ambos países; que Deniau, ministro de Comercio Exterior, se ausentó del almuerzo oficial que Suárez ofreció en el palacio de Viana a la comitiva francesa, y que se aplicó, por parte española, un estricto protocolo similar al que le fue ofrecido a Suárez en su última visita a París el pasado mes de noviembre. Suárez recibió a Barre en Barajas, y el ministro Oreja fue el encargado de despedirlo.

En relación con la actitud del Gobierno español ante las clarificaciones de la. posición francesa ante el ingreso de España en la CEE, medios de la Moncioa afirmaron que había un prudente optimismo. Otras fuentes; añadieron que el Gobierno reflexionará sobre este tema antes de adoptar una posición definitiva, sobre todo en lo que se refiere al deseo de París de que España acepte como buena su postura en favor de una reestructuración de la agricultura y política financiera de la CEE antes de toda ampliación y que no anime a los países comunitarios que son favorables a un ingreso de España sin condiciones.

Sobre estos temas, el comunicado final se limita a tomar nota de las precisiones galas y destaca que España será informada de la marcha de las reestructuraciones comunitarias y que las negociaciones podrán continuar en los campos no afectados por las reformas. También sin comentarios se abordan en el texto oficial los temas pesca y carniones con declaraciones esperanzadoras, así como la cuestión del terrorismo vasco.

Por su parte, Raymond Barre abordó en la conferencia de prensa todos los temas tratados y en especial el comunitario. La conversación con los informadores discurrió en un tono amable, con bromas e incluso con alguna tensión, como ocurrió cuando un informador habló de electoralismo giscardiano en la cuestión comunitaria y Barre calificó la cuestión de impertinente. El primer ministro, que anoche abandonó Madrid, estuvo mas de una hora con los periodistas y respondió a todas las cuestiones que le fueron formuladas.

Las culpas, a Gran Bretaña

En el curso de esta conversación Barre insistió en numerosas ocasiones que Francia no ha cambiado su actitud favorable al ingreso de España a la CEE y culpó a Gran Bretaña de ser la responsable del retraso negociador que sufra España al mantener una actitud estricta en el problerna financiero de la Comunidad. Barre dijo una y otra vez que la posición británica estaba en el fondo del debate y que ella obligaba a una reestructuración definitiva de la Comunidad que era. imprescindible antes de 1982, fecha en la que caduca el compromiso financiero intracomunitario forzado por el Gobierno de Londres. Asimismo, el político francés. insisitió en recordar que Francia. ha sido uno de los primeros países en declarar su apoyo al acercamiento de España a la Europa comunitaria.

Haciendo un alarde de imaginación, Barre dijo que las negociaciones hispano-comunitarias no podrían ser paralelas al proceso de reforma comunitario, sino convergentes, entre otras cosas, porque las paralelas «no se encuentran nunca». Tampoco admitió la idea de una Europa a dos velocidades. Habló de una Europa del futuro heterogénea y «geométricamente variable» a la hora de señalar las diferencias que afectan a los distintos procesos de integración comunita,rios en la CEE actual y ante la perspectiva de la Comunidad a doce.

En relación con la pregunta de ¿cuántos países de la CEE apoyan las tesis de Francia sobre el ingreso de España? Barre, algo molesto dijo al periodista: «Le brindo a us ted la. oportunidad de adivinarlo», y luego añadió que «Francia no está tan sola en esta cuestión como muchos quieren hacerlo creer». Posteriormente, el primer ministro francés reconoció que varios países de la Comunidad son favorables al ingreso de España sin ningún tipo de condiciones y señaló que estas actitudes tienen un carácter aventurero y poco realista y que los países; que hoy hablan en estos términos serán, juego, los primeros en esconderse detrás de las realidades.

Sobre la cuestión del calendario para el ingreso de España, Barre dijo que no hay calendario para el ingreso de España en la CEE y que no lo hubo nunca. Recordó una reciente frase del ministro Calvo Sotelo diciendo que «no hay que crisparse sobre los calendarios», pero no dijo nada sobre el hecho de que ha sido el propio Calvo Sotelo -como lo hizo ayer el vicepresidente de la Comisión Europea, Lorenzo Natali- quien ha insistido una y otra vez en que España ingresará en la CEE en 1983.

En relación con la idea de que la actitud francesa hacia España estaba marcada por un cierto electoralismo, Barre, después de calificar la pregunta como una impertinencia, lo negó rotundamente y dijo que tanto la CEE como la candidatura española son cosas muy serias como para implicarlas en una campaña electoral. No estuvo tan claro a la hora de intentar justificar el por qué Giscard anunció el frenazo al ingreso de España ante las asociaciones profesionales de los agricultores franceses y no ante el Consejo de la CEE o ante los Gobiernos de España y Portugal, como parte interesadas. Barre se limitó a decir que los agricultores han sido y son el corazón de la CEE.

Sobre el tema de la ETA, el primer ministro galo afirmó que había discutido esta cuestión con Suárez, que protestó por las declaraciones de los ministros españoles y Francia luchaba y lo seguirá haciendo contra el terrorismo internacional de acuerdo con su propio marco legal. No quiso hablar de intensificación de cooperación hispano-francesa.

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