El fondo de garantía de depósitos podría entrar en el Banco de Asturias
El Fondo de Garantía de Depósitos podría entrar en el Banco de Asturias ante la comprometida situación por la que atraviesa la entidad, que, con cargo al ejercicio de 1979, obtuvo unas pérdidas de 129 millones de pesetas, que espera compensar la aplicación de la ley de Presupuestos de 1979, que le permitirá regularizar el precio contable de sus activos inmovilizados.La posible intervención del Fondo de Garantía de Depósitos se insinúa, incluso, en una nota publicitaria aparecida en la Prensa asturiana, y será analizada en una próxima junta extraordinaria de accionistas.
El Banco de Asturias, que está intervenido por el Banco de España desde hace un año, es acreedor de 2.957 millones de pesetas, que le adeuda fundamentalmente la Corporación de Activos Financieros, SA (CAFSA) y sus empresas filiales, según se puso de manifiesto en la junta general de accionistas de la entidad.
No obstante, el actual presidente del Banco de Asturias, Prudencio Fernández Pello, señaló a los accionistas que «el banco opera en estos momentos con normalidad y tiene asegurada su supervivencia». En el ejercicio aprobado, el pasivo del Banco de Asturias asciende a 10.000 millones de pesetas, lo que supone un crecimiento progresivo en relación con los años anteriores.
En su discurso a la junta general de accionistas, el presidente manifestó que «los resultados económicos del ejercicio de 1979 vienen condicionados por la inmovilización de las inversiones del banco en favor del CAFSA y sociedades de su grupo, que, entre diversas partidas, se incluyen en el activo del balance y cuyo estado patrimonial está en trámites de clarificación, por lo que no se ha considerado prudente contabilizar los intereses devengados por dichas inversiones».
El Banco de Asturias fue intervenido por el Banco de España el 16 de julio de 1979, tras comprobar la existencia de irregularidades en el cumplimiento de la normativa bancaria. La historia comenzó en 1970, cuando SERFI, sociedad del grupo Banca Catalana, compró un paquete de acciones al entonces Banco de Langreo, que después se denominaría Banco de Asturias. En 1976, CAFSA compró todas las acciones que tenía SERFI, un paquete que superaba el 50% del capital social del Banco de Asturias. La compra importó casi 2.800 millones de pesetas, que se dividieron en tres pagos, uno al contado y dos aplazados. Sin embargo, CAFSA no logró colocar en el mercado el 20% de las acciones e incluso utilizó créditos del propio Banco de Asturias para su adquisición. Esta irregularidad, conocida tras una inspección del Banco de España, supuso la suspensión del Consejo de Administración del Banco de Asturias y el nombramiento de Prudencio Fernández Pello, director general de Hidroeléctrica del Cantábrico, como presidente de la entidad.
El pasado mes, la Caja de Ahorros de Asturias adquirió el 10,67 % del capital social del Banco de Asturias. El propio gobernador del Banco de España, Alvarez Rendueles, dio garantías a la caja asturiana de que no perdería esta inversión.
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