El primer hombre
en convertirse en mujer, hace treinta años Christine Jorgensen, dijo ayer en México que no se arrepiente de haber cambiado de sexo, pero lamenta no haber encontrado todavía a su príncipe azul. Christine asiste al XXII Congreso Bienal Mundial del Colegio Internacional de Cirujanos. Explicó que se gana la vida mediante la imitación de Marlene Dietrich en salas nocturnas y ofreciendo conferencias universitarias sobre su vida de mujer.
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