Alicante: pesimismo antes y después de las bombas

«La temporada turística de este año se planteaba muy pesimista antes de que apareciesen los atentados terroristas. Ahora nada ha cambiado». Así se expresaba ayer el presidente de la patronal de hostelería de Alicante, Martínez Tercero, tras una reunión que habían mantenido los hoteleros de la provincia englobados en la patronal, excepción hecha de los de Benidorm, que se agrupan en su propia patronal de ámbito local.«Hemos podido constatar, después de que explosionaran las bombas, que la ocupación hotelera no va a menos, quizá porque todavía es pronto para conocer la incidencia que estos actos puedan tener e tal vez perqueños turistas no han hecho ningún caso del terrorismo que nos quieren traer aquí». Pese a todo, la temporada alta en la costa alicantina se estima como muy floja, en razón de la crisis económica que afecta al sector en los últimos años. «Si hay suerte, esperarnos alcanzar la misma ocupación del año pasado, que para los cuatro meses de temporada alta fue de un 42%. Para nosotros, esa cifra ya sería satisfactoria, porque si logramos alcanzarla podriamos soportar la crisis».

En el supuesto de que se alcance ese 42% de ocupación, la cifra sería ficticia, ya que en el transcurso de este año han cerrado dos hoteles en Alicante capital, uno de ellos, el Carlton, íntimamente ligado a la vida ciudadana.

Por lo que se refiere a Benidorm, que fue la receptora el pasado año de las bombas de ETApm y que este año todavía no ha sido amenazada por el terrorismo etarra, se sabe, según informaba días atrás la prensa local, que la ocupación actual en, los hoteles de primera línea de playa era de un 50%, cifra sensiblemente inferior a la del año pasado, en que se alcanzó un 70%.