Los japoneses mantienen total discreción sobre las negociaciones con Seat

Cuando se les pregunta por una posible inversión en la Seat, los ejecutivos japoneses de la industria del automóvil reaccionan como si oyeran hablar en chino. Es decir, les puede sonar más o menos vagamente familiar, pero dicen que no tienen la menor idea de lo que se está tratando. Sin embargo, algo parece claro. De las dos compañías automovilísticas principales, Toyota y Nissan, sólo una, la primera, mantiene misteriosos contactos con la Seat. Un alto directivo de Nissan Motor Company dijo a EL PAIS, en la sede central de la empresa, en Tokio, que hubo contactos con Seat hace tres meses, pero que no existe ninguno en la actualidad.

El presidente del Consejo de Administración de Seat, Juan Miguel Antoñanzas, efectuó una rápida y discreta visita a Japón a mediados de junio. El señor Antoñanzas se hospedó en el hotel Palace, de Tokio, y no quiso hacer ningún tipo de declaraciones. Es más, parece que ni siquiera en la Embajada española se enteraron de su presencia en la capital japonesa. El presidente de Seat partió el 18 de junio, con destino desconocido. Según unas fuentes, regresó a Madrid; según otras, se dirigía a la República Federal de Alemania,En cualquier caso, el señor Antoñanzas partió aparentemente de forma más bien precipitada, ya que canceló en el último momento una entrevista que tenía programada para ese mismo día 18 de junio con altos ejecutivos de Nissan Motor Company. Fuentes de la compañía automovilística japonesa indicaron que el presidente de Seat alegó la necesidad urgente de regresar a España como causa de la cancelación de la entrevista con los directivos de Nissan. Una entrevista que él había solicitado, puntualizaron fuentes japonesas.

En Nissan dicen lógicamente que no saben si Antoñanzas mantuvo contactos con otra compañía automovilística. En Toyota no tienen ningún interés en hablar del tema, y lo que ofrecen al periodista interesado es una visita a su fábrica, pero contactos con directivos de la empresa no son posibles, porque habría que haberlos programado con varias semanas de antelación.

Un experto en negociaciones económicas con Japón opina que la negativa a hablar del asunto es la mejor prueba de que algo está cociéndose, aunque, claro está, siempre existe la posibilidad de que al final no se alcance un acuerdo. «Si Toyota compra parte de Seat, no se va a anunciar hasta que no estén ultimados todos los detalles, del mismo modo que Nissan negoció en secreto su entrada en Motor Ibérica», añade el experto.

No es de extrañar la discreción absoluta en estas negociaciones, si se tiene en cuenta la batalla, a nivel mundial, que se prepara para los próximos años entre las grandes firmas automovilísticas japonesas y norteamericanas. El descenso de la demanda en el mercado norteamericano obligará a Ford y, General Motors a vender más en el extranjero, para lo que están previstas ya inversiones de unos 85.000 millones de dólares en los próximos cinco años de cada uno de los dos gigantes de la industria automovilística de Estados Unidos.

Por otro lado, el proteccionismo creciente de Norteamérica ante los coches japoneses y la recomendación de moderar las exportaciones hecha por el propio Ministerio nipón de Industria y Comercio Internaciorial, hace necesaria también la búsqueda de nuevos mercados. La posible presencia de Toyota, el tercer fabricante mundial de vehículos automóviles, en España y, a través de ella, en el Mercado Común próximamente tiene que ser motivo de preocupación para las empresas norteamericanas ya instaladas en nuestro país.

El presidente de Toyota, Sadazo Yamamoto, fijó en 3.200.000 automóviles las ventas de la compañía para el presente año, casi la mitad de las cuales tendrán que hacerse en el extranjero. Los desafíos de una nueva eran deben enfrentarse actuando con audacia, dijo en su discurso de año nuevo.

Nissan Motor Company compró a principios de este año un 36% de Motor Ibérica a la compañía canadiense Massey Ferguson, que poseía esas acciones desde 1966, y se convirtió así en el principal accionista de la empresa española.

Teichi Hara, director ejecutivo de Nissan, dijo en una entrevista, concedida a EL PAIS en Tokio que, de momento, la prioridad de su compañía en España es arreglar la situación económica de Motor Ibérica. La exportación, a través de la red de ventas de Nissan (2.600 concesionarios en dieciocho países de Europa) será uno de los remedios a aplicar. Ya han comenzado estas exportaciones, dirigidas exclusivamente al mercado europeo.

Después, Nissan quiere vender en España dos tipos de vehículos, con motor Diesel, fabricados por Motor Ibérica. El señor Hara no quiere dar detalles sobre los modelos que su compañía piensa introducir en el mercado español.

Los nuevos modelos serán en un 30% de Nissan y un 70% de Motor Ibérica, según marca la ley española, aunque en el caso de que estos vehículos se destinaran a la exportación, Nissan podría poner hasta un 40% de piezas y tecnología.