El sexto artefacto de ETApm contra zonas turísticas explosionó ayer en Estepona
A las siete en punto de la mañana de ayer explosionó un artefacto colocado por ETApm -el sexto dentro de la campaña contra el turismo- en el camino de acceso al hotel Atalaya Park, a cincuenta metros de la carretera nacional 340, Barcelona-Cádiz, justamente en el kilómetro 175,en el término municipal de Estepona. A las seis horas de comenzar el plazo marcado por ETApm para la explosión (entre una y doce horas, decía el comunicado), dos kilos de Goma 2, activados por energía a pilas, decapitaron una farola del camino del hotel y produjeron un boquete de un metro y medio de largo.
Entre las 0.35 y las 2.15 horas fueron evacuadas de sus residencias más de mil personas, según fuentes gubernativas, y trasladadas a otros establecimientos hoteleros. A última hora de la tarde de ayer persistía la vigilancia extensa en la ciudad de Marbella (50.000 habitantes), donde llos GRAPO habían amenazado con hacer explosionar un artefacto ayer, sin especificar hora o lugar aproximado.Desde el momento en que el Gobierno Civil de Málaga recibió la notificación del plazo de tiempo y los lugares en que podría explosionar la bomba de ETApm, se puso en marcha el mecanismo policial, que garantizó que todos los civiles residentes en algunos de los puntos fijados estuvieran fuera del cinturón de protección. Todos, menos el director comercial del hotel Atalaya Park, precisamente en el que fue colocado el explosivo, quien, llegado de un viaje a Alemania por la noche, y por ocupar una habitación que figuraba como libre en las listas de los conserjes, no fue avisado y durmió hasta las seis de la mañana, hora en que be despertó y fue a desayunar churros a Estepona., Al volver vio la explosión desde la carretera.
Pese a que algún ciudadano suizo se opuso tímidamente al desalojo enseñando su pasaporte en el hotel Guadalmina, establecimiento pionero de la Costa del Sol, con veintiún años de turismo en sus salones inmaculados, la evacuación se produjo sin incidentes, con alto grado de cooperación con las fuerzas de seguridad.
Durante las evacuaciones del pasado año, recordadas aún por muchos, no hubo junto a la policia ningún técnico de turismo o director de hotel que previera el traslado, por lo que los clientes tuvieron que pasar largas horas al raso. Ayer, 'todos los clientes desalojados encontraron acomodo en otros hoteles. Las dos excepciones a la normalidad fueron las de la residencia de jubilados de la caja de ahorros y la de los inquilinos de la urbanización de chalés en Guadalmina. Los primeros, trasladados al hotel Andalucía Plaza, en el quese hospedaron seiscientos evacuados, se vieron en la necesidad de pagar una habitación si querían continuar el descanso nocturno en una cama. La mayoría optaron por dormir o charlar en el vestíbulo. Los segundos fueron avisados por megafonía útilizada por la policía. La mayoría de los habitantes de esta urbanización, jubilados extranjeros, desconocen el castellano y se mostraron muy alarmados y hasta reticentes ante la obligatoria evacuación.
El puesto de mando de la operaciór, instalado en el hotel Guadalmina (172 potenciales clientes servidos por 81 personas), aguardó pacientemente el paso de las horas hasta que explosionara el artefacto. Al amanecer, si no lo hacía, estaba previsto reanudar el.rastreo, estéril, de los veinticinco kilómetros cuadrados en los que se engloban los lugares señalados por ETApm. Tanto los hoteles Del Golf y Atalaya Park como las urbanizaciones alta y baja de Guadalmina, la residencia de jubilados, el restaurante Biarritz y la urbanización Pernet, que rodea a éste, se encuentran en una zona que marca el límite entre los términos municipales de Marbella y Estepona.
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