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Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
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El giro en la política sindical de Comisiones Obreras/ 1

A los diversos méritos que se le han venido atribuyendo a la estrategia sindical de UGT y al acuerdo marco interconfederal, hay que sumarle un factor de primera magnitud que se ha producido en los últimos días: la palmaria rectificación estratégica que el PCE se ha visto forzado a realizar. Algo insólito, inusual y desmoralizador al mismo tiempo para los militantes de un partido que justifica el «centralismo democrático» en base a la posesión del «sentido histórico» por sus dirigentes. Resulta bastante sano constatar que el PCE también se equivoca, y además se equivoca en relación con algo tan sacralizado como el movimiento obrero.Esta introducción viene a cuento para analizar a continuación el giro de 180 grados que Comisiones empieza a dar en su política.

En efecto, el primer dato significativo a constatar a este respecto, es que dicho giro se produce a través de una resolución sobre política sindical aprobada por el Comité Central del PCE. Ello no es de extrañar teniendo en cuenta la concepción que sobre las relaciones partido-sindicato mantienen los partidos comunistas, que se traduce en la subordinación de la organización de masas a aquellos. El sacrificio, la subordinación de la acción de Comisiones en beneficio de los objetivos políticos del PCE durante el último año, ha constituido la evidencia más palpable del anterior principio general, al tiempo que ha sido uno de los factores esenciales del fracaso de Comisiones Obreras, Por si ello no fuese evidencia suficiente, en el reciente debate sobre la moción de censura en el Congreso de los Diputados, al contar públicamente Santiago Carrillo sus conversaciones secretas con Suárez en vísperas de las famosas «jornadas de reflexión», nos aportó a todos un ejemplo práctico de cómo entendía la autonomía de CC OO.

Polémica abierta

Hay que añadir, sin embargo, que esta cierta dicotomía entre la central sindical y el partido no es exclusiva de los comunistas españoles. En efecto, la iniciativa del PCE reorientando la política de CC OO tuvo su precedente hace pocos meses en la polémica establecida entre el PCE y la CGIL, a través de las posiciones de Améndola, recientemente fallecido, y posteriormente de Chiaromonte, otro conocido dirigente comunista italiano, contra las posiciones sostenidas por la base sindical comunista en aquel país.

Una polémica que, por cierto, sigue abierta, como es muy probable que siga sin cerrarse en España a pesar de la resolución del Comité Central del PCE. Porque dicha resolución (que por otra parte ha. tardado varios meses en gestarse, lo cual -dicho sea entre paréntesis- pone también en entredicho el famoso axioma de la eficacia del centralismo democrático) se ha tomado en las instancias del PCE y no en las de Comisiones, a mi modo de ver, para evitar la confrontación inmediata entre los comunistas en el sindicato, ya profundamente divididos.

Para un observador resulta clara la relación existente entre las divisiones internas de Comisiones, el aplazamiento de su congreso y la resolución del Comité Central del PCE.

Parte del evidente fracaso en la estrategia de CC OO se debe a su hipoteca respecto de la política del PCE, y aun siendo importante, no es este el único factor que ha llevado a Comisiones a ese rotundo fracaso. Existen otros factores que conviene señalar, en este momento en que Comisiones-PCE reorientan sus planteamientos.

Inercia de la clandestinidad

Uno es, el reflejo, la inercia de la clandestinidad. A Comisiones, que durante tantos años ha venido desenvolviéndose en un cierto pansindicalismo denominado movimiento socio-politico, cuyo eje de fondo no está en una concepción nueva de la acción sindical, sino pura y simplemente en la actuación de un esqueleto del PCE en un amplio movimiento de masas semi-organizado, le está costando convertirse en un sindicato democrático, que es una cosa bastante diferente. Si observamos, veremos cómo la iniciativa en la configuración, en la afirmación sindical en nuestro país, no la ha llevado Comisiones, sino UGT: Desde la afirmación de la libertad sindical hasta la reivindicación de un marco democrático de relaciones laborales, pasando por el rechazo del asambleísmo, de las comisiones mixtas de negociación, de las listas abiertas y la lucha por las secciones sindicales. Ello no es casual. Be reflejo de la clandestinidad, que fue un factor positivo para Comisiones, por ejemplo, en las elecciones de 1978, se ha convertido en un cierto hándicap a la hora de adaptar sus comportamientos a una realidad democrática donde los tics de la clandestinidad (anteponer la huelga a la negociación, disociación entre lo que se pide y lo. que se consigJe, planteamiento vanguardista de la acción) no sirven en la actualidad.

"Tentación cunhalista"

Otro factor a mi entender importante en el comportamiento de CC OO ha sido lo que podríamos llamar «tentación cunhalista» de un sector muy importante -por su relevancia y presencia en zonas claves de nuestro país- de sus cuadros. El avance del PC portugués, unido a la reducción del espacio socialista en el vecino país, ha alimentado en sectores importantes de CC OO la idea de una mayor radicalización, de una confrontación directa con el Gobierno, pretendiendo dejar de esta manera en evidencia al PSOE y también a UGT, y buscando con ello reequilibrar la izquierda española. Esta radicalización ha llevado en el caso de la sección sindical de Seat a plasmar en sus actas la «vietnamización» de la acción sindical en dicha empresa. Lo que hoy muchos militantes de. Comisiones piden a sus dirigentes, en actos y mítines -«que vayan hasta el final», «que no se bajen del tren.en marcha»- no es más que un reflejo de esa posición bamboleante (huelga general, convocatorias y desconvocatorias, campañas antiestatuto y negociaciones pro foto, etcétera) que ha mantenido Comisiones como consecuencia de posiciones encontradas en su seno y que claramente se veían reflejadas, por ejemplo, en la negociación del acuerdo marco.

Hasta aquí lo que, a mi entender, han sido los aspectos más característicos de la estrategia seguida por CC OO. La segunda parte,de ese artículo servirá para analizar los planteamientos de dicha central en tomo a la crisis, su valoración sobre la coherencia de UGT y, principalmente, las consecuencias que tal estrategia ha tenido para el sindicalismo y los trabajadores españoles.

José María Zufiaur es secretario de Relaciones Sindicales de UGT.

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