La dedicación de un director general
Que el director general de Instituciones Penitenciarias aproveche su tiempo para realizar cuantas más actividades mejor, es digno de encomio. Lo que ya no parece tan elogiable, es que la que debe ser primera actividad de cualquier director general, es decir, la que deviene como consecuencia de su cargo público, sea a la que se dedica el tiempo que resta de otras secundarias actividades. O, al menos, esto es lo que se deduce de las declaraciones, que en nota informativa del pasado día 4 aparecida en este diario, se le atribuyen al señor Galavís.Porque parecía correcto leer que, con ocasión de visitar la nueva prisión de Las Palmas, el señor Galavís declaraba que «además aprovecharía para dar una conferencia », y no todo lo contrario, como en la citada nota se establecía; sobre todo si aún hay prisiones que este señor no ha visitado y están más cerca de Madrid que las islas Canarias. /
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