El Ayuntamiento de Barcelona sufraga costosos servicios que no le corresponden
«El Ayuntamiento de Barcelona gasta 8.000 millones de pesetas al año en pagar servicios de sanidad, educación, museos y servicios sociales que no le corresponden. Ahí está la clave de la difícil situación económica que atraviesa. Esto no le ocurre a ningún otro ayuntamiento de España», ha manifestado el teniente de alcalde encargado de cuestiones de hacienda, Antoni Comas (Convergencia Democrática de Cataluña), quien ha afirmado también que el ciudadano barcelonés soporta la mayor presión fiscal de España.
El señor Comas añadió que el problema económico del ayuntamiento es fácil de resolver si se tiene la voluntad de hacerlo. «SI se analiza en profundidad», agregó, «vemos que el Ayuntamiento de Barcelona tiene tina estructura económica sólida, pero no puede atender los servicios antes citados por no disponer de recursos específicos para ello, a no ser que se perjudiquen otros servicios que son de estricta competencia municipal o se ponga en peligro la viabilidad económica del municipio».A juicio del teniente de alcalde barcelonés, los problemas económicos de los municipios provienen de la degradación de la vida municipal experimentada en las últimas décadas, «el enchufismo y la poca eficacia derivada de no tener que rendir cuentas ha sido una constante». Respecto al Ayuntamiento de Barcelona, comentó que los años 1977 y 1978 constituyeron un período de administración municipal muy deficiente: no se afrontaron los problemas, se permitió un fuerte incremento en el número de funcionarios y se asumieron cargas y gastos que el ayuntamiento no puede soportar».
«No digo que el ayuntamiento deba abandonar estas competencias», continuó el señor Comas; «ha sido positivo el servicio que se ha hecho, pero dejo constancia de que los ingresos municipales, que dependen de los ingresos que autoriza el Estado y de las transferencias que hace, no prevén estos gastos y, por tanto, no los hace posibles».
Según el teniente de alcalde barcelonés, el ciudadano de esta capital catalana tiene una presión fiscal per capita que duplica la del ciudadano de Madrid y casi triplica la media nacional. Estima el señor Comas que el cumplimiento de los deberes fiscales es mucho mayor en Barcelona que en cualquier otro municipio español. «La tasa de cobro de los padrones municipales supera aquí el 80% en período voluntario, lo que no se consigue en ningún otro ayuntamiento».
Por estas razones, el teniente de alcalde declaró que el Estado debe afrontar sus responsabilidades y satisfacer el coste de los servicios que el ayuntamiento realiza y que corresponderían a la Administración central. «La actual situación»", precisó, «representa una discriminación para los ciudadanos de Barcelona, ya que deben satisfacer dos veces el coste de dichos servicios: al Estado, por una parte, y al ayuntamiento, por otra. No hay explicación posible para continuar de esta forma si no se quiere poner en evidencia el desprecio por los derechos de los barceloneses. Y yo, como teniente de alcalde de Hacienda, me niego tanto a aceptar esto como a que se nos sitúe en un camino de inviabilidad económica».
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