Preocupación en la Costa del Sol por la incidencia en el turismo
Las amenazas de ETA van a tener una importancia vital en el desarrollo de la temporada turística. Se han producido justo en el momento en que esperábamos ver resurgir la zona de la crisis pasada en 1979. Este resurgimiento debería ser como consecuencia de la serie de medidas adoptadas, que tanto trabajo nos han costado a todos». Cándido Fernández Ledo, presidente de la Asociación de Hostelería de la Costa del Sol, es desde hace tres días el interlocutor casi constante de los cientos de hoteleros, dueños de restaurantes y comerciantes que, con evidente nerviosismo, le piden que haga algo. Cientos de miles dé potenciales turistas en España y Europa están pendientes de la amenaza de ETA. Entre tanto, las fuerzas de seguridad continúan los trabajos de rastreo en un despliegue espectacular, que ayer a mediodía hizo que Puerto Banús, en Marbella, apareciera prácticamente tomado por la Guardia Civil.«No podemos juzgar la situación turística actual en la Costa del Sol sin tomar como punto de referencia la temporada pasada», dice Fernández Ledo. «En 1979 se produjeron todas las circunstancias adversas que podían esperarse. Además de los problemas de seguridad ciudadana, las dos huelgas de hostelería, los problemas de saneamiento, la falta de limpieza en las playas y los precios poco competitivos, vino la acción terrorista de ETA. Tras mantener este año una reunión con los tour operators aceptamos congelar los precios para mantener la competitividad, se llegó a un acuerdo con los ayuntamientos para la limpieza de las playas, se ha conseguido que en el presente año se acometa el 50% del plan de saneamiento integral, se han planteado relaciones estables con las centrales sindicales y han cuajado las conversaciones con el gobierno civil para conseguir seguridad en la calle contra la delincuencia común. Lo que no podíamos prever es que nuevamente fuéramos a ser blanco del terrorismo de ETA». Los graves problemas que afectan al turismo de la Costa del Sol, donde el descenso de visitantes se cifra, entre un 15% y un 20% en lo que va de año, tienen uno de sus pilares en la ola terrorista del pasado año, y, según los técnicos, estos problemas deberían haber tardado al menos cuatro años en solucionarse. El trabajo de todos los sectores implicados en la industria turística hizo presumir que el plazo de recuperación sería mucho más rápido. Sin embargo, la amenaza d e ETA puede meter definitivamente en la UVI al turismo de la zona.
Los carteles turísticos que anuncian las atracciones del Tivoli, parque de atracciones desalojado el pasado domingo por falsa amenaza de bomba, dicen: «La diversión será la mayor industria del mundo». Sin embargo, ese turismo de diversión exige ante todo seguridad. A las once y media de la mañana de ayer, Puerto Banús ofrecía un aspecto insólito. Un espectacular despliegue de fuerzas de la Guardia Civil inspeccionaba cada rincón del muelle, casi desierto, mientras Victoria Abril rodaba una película y un equipo de submarinistas de la Guardia Civil sevillana recorría punto por punto el fondo del puerto y los cascos de los yates.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.