Guerra con lanzas
Quiero manifestar la gran indignación que me han causado las recientes declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores a EL PAIS sobre el tema de la adhesión de España a la OTAN, aparecidas el 15 de junio pasado.Está convencido el ministro de que ingresar en la OTAN será bueno para España, o sea, que será bueno, por ejemplo, para mí, ¡qué sagacidad!, ¡qué barbaro, oye!, ni mi madre (y mira que me conoce muy bien) sabría si me sentará bien o mal, pero el ministro sí; ministro de «interiores» lo tenían que haber nombrado.
Está convencido también de haber elegido la alianza adecuada. Y, ¿por qué no adherimos al Pacto de Varsovia? A lo mejor, con un poco de suerte, los demás países de la OTAN seguían nuestro ejemplo, y nos encontrábamos dentro de unos años con un solo bloque.
Pretendo con esto demostrarle al ministro que es muy necesario que la adhesión a la OTAN pase por un referéndum.
Pretendo decirle que no es elegante que el Gobierno, con la poca representatividad que ha demostrado tener, niegue la posibilidad de dicho referéndum.
Pretendo decirle que con un tema tan delicado como éste, la adhesión de España a la OTAN tendría que estar apoyada, por lo menos, por la mayoría absoluta del Parlamento y por la mitad más uno de los censados.
Quiero, por último, indicarle que, a pesar de la entrada en la OTAN, la defensa nacional seguirá recayendo directamente sobre el Ejército español, y que ésta seguirá siendo deficiente en tanto en cuanto siga estando formado el grueso del Ejército por jóvenes que están cumpliendo su servicio militar.
Le pediría al señor ministro un poco de seriedad. Que sé leer, y he leído que la guerra ya no se, hace con lanzas. /
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