Setenta despedidos tras la suspensión guberativa de las obras del "camping" de El Escorial
Unos setenta trabajadores del camping Caravaning, de El Escorial, han sido despedidos hasta el momento, a raiz de la suspensión de obras ordenada por el gobierno civil por una posible irregularidad urbanística. La decisión gubernativa, comunicada a los promotores por la Guardia Civil, ha motivado, por un lado, la interrupción de las obras, a quince días de la terminación de su primera fase, y por otro, un problema laboral que puede afectar a doscientas personas, la mayoría residentes en la zona. Mientras se pronuncia sobre el tema la Audiencia Territorial, lo que hará perder posiblemente el turismo de este verano, el ayuntamiento ha pedido a los promotores que paralicen la venta de las cuatrocientas participaciones que daban derecho a cada uno de sus propietarios a utilizar toda la vida una plaza de las 1.500 que tendrá el camping.
La primera fase del camping Caravaning, compuesta de cuatrocientas plazas, no pudo inaugurarse oficialmente el pasado 15 de junio, como tenían proyectado sus promotores, el grupo Planeta Azul, SA, debido a que a finales del pasado mes de mayo la Guardia Civil anunció a las empresas constructoras la suspensión de las obras según una orden del. gobernador civil, ante la posible infracción urbanística que se podía estar cometiendo. Esta decisión fue tomada después de que el gobierno civil formara una comisión investigadora compuesta por un representante de la diputación provincial, otro del Ayuntamiento de El Escorial, un tercero del propio gobierno civil y otro de Coplaco. Las conclusiones de esta comisión, según pudo saber EL PAIS, fueron diversas, ya que el miembro del ayuntamiento no encontró ningún obstáculo para el camping, que había recibido licencia municipal para su construcción y apertura. Los técnicos de la diputación y del gobierno civil apreciaron, según parece, un defecto leve, y subsanable, consistente en que no se había consultado a Coplaco a la hora de dar la licencia; el técnico de este organismo se ratificó, según parece, en un informe anterior, en el que se hablaba de presunta urbanización encubierta. Como consecuencia de este dictamen, el gobierno civil suspendió las obras y envió el tema a la audiencia territorial para que se pronunciara.«Vamos a ganar este asunto, pero el fallo puede producirse en octubre, y para entonces habremos perdido ya todos los ingresos que iba a suponer el funcionamiento del camping durante el verano. Esto puede conllevar una situación económica difícil, ya que hasta el momento Planeta Azul ha invertido aquí 240 millones de pesetas», manifestó Gabriel García Sanz, vicepresidente de la sociedad promotora.
Las primeras consecuencias del tema han sido laborales, ya que las empresas constructoras, Vías y Redes, de la que el mismo Sanz es consejero delegado, Construcciones y Obras Portuarias, SA (SACOP), y Piscisport han despedido en total a unos setenta trabajadores, la mayoría de ellos residentes en la zona de El Escorial. La primera de las empresas citadas ha rescindido los contratos de unos 35 trabajadores, cuyos abogados celebraron el pasado miércoles el acto de conciliación sin resultados. Según la abogada Inés Redondo, de CC OO, que defiende a diez de los despedidos, se intenta la readmisión, y en caso negativo, una indemnización, y el cobro del subsidio de desempleo. La empresa, por otra parte, dice que no ha tenido más remedio que rescindir los contratos, ya que no puede mantener a una plantilla cuando las obras están suspendidas por una decisión administrativa.
Otra de las empresas afectadas, SACOP, que es la que tenía mayor plantilla, ha podido solucionar el problema de la mayoría de los trabajadores que tenía en la construcción del edificio social en el que se encuentra la cafetería, el supermercado, el club social, en los sanitarios y en la recepción. El director de la delegación dé esta empresa en Madrid, señor Carrión, manifestó que de los 105 trabajadores se había conseguido colocar a la mayoría en otras obras que realiza la empresa en Madrid, o en otras provincias, a la espera de que se solucione la situación, aunque parece que el número de despedidos se ha elevado a unos treinta.
Planeta Azul esperaba cubrir gastos con el alquiler de las plazas, de noventa metros cuadrados, con instalaciones individuales de luz, agua, desagüe, a un precio de 135 pesetas por persona, tienda y día; por el alquiler de la parcela por toda la temporada y por la venta de cuatrocientas participaciones que, al precio de medio millón de pesetas, darían derecho a sus propietarios a tener reservada una parcela de las 1.500 existentes durante toda la vida, así como el disfrute de las instalaciones sociales y deportivas.
Hasta ahora se han vendido unas cien participaciones, y el ayuntamiento ha mostrado su deseo de que no se vendan más y se sustituyan éstas por contratos de alquiler por uno o varios años. Hay que tener en cuenta que la suspensión se ha debido en parte a que se llegó a hablar no de venta de participaciones, sino de títulos de propiedad horizontal, títulos que, según promotores y compradores, nunca han existido. «Prueba de que no tenemos ningún título es que no tenemos adjudicada ninguna plaza, sino que tenemos derecho a una, sea cual sea», manifestó uno de los compradores, que en la actualidad están preocupados por su inversión, ya que mientras se pronuncia la Audiencia Territorial Sólo pueden ocupar una parcela. y disfrutar de las instalaciones deportivas construidas, y no de¡ resto del complejo.
Este deseo municipal parece que está en estudio por parte de los promotores que ya en su día aceptaron la prohibición municipal de que en el camping pudieran instalarse casas móviles cuyo tamaño supera el de las caravanas y son trasladadas en camiones.
Si la venta de participaciones podría congelarse, el alquiler diario no se ha podido empezar a cobrar. «La imagen que estamos dando internacionalmente es fatal, ya que esperando abrir el camping en mayo hicimos publicidad del mismo y varias organizaciones turísticas extranjeras han incluido en sus guías de camping el nuestro como el mejor de la zona centro. En base a esa información han venido especialmente de Holanda y Alemania entre doscientos y trescientos caravanistas, que se han disgustado ante el cierre de las instalaciones y que han tenido que irse a otros campings», manifestó Gabriel Sanz.
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