Nuevo encierro de los vecinos del poblado dirigido de Orcasitas

Vecinos del poblado dirigido de Orcasitas comenzaron un encierro indefinido el pasado viernes como forma de protesta para obligar al Ministerio de Obras Públicas a cumplir sus compromisos con el barrio. Ese día se celebró una asamblea en el colegio Velázquez a la que, según datos de la asociación de vecinos convocante, asistieron más de 2.000 personas. Los asambleístas decidieron poner de nuevo en práctica medidas de presión, de las que la primera es el encierro en cuestión.Al término de la asamblea se acordó también enviar un telegrama al ministro, cuyo texto, escueto, decía así: «Ante la situación, le comunicamos que el poblado dirigido de Orcasitas vuelve a la lucha».

Las razones que impulsan la movilización de los vecinos son básicamente las mismas que desde hace años han originado diversas acciones de protesta: la remodelación del barrio, la demolición de las viejas y mal construidas viviendas y su sustitución por otras nuevas. La remodelación no lleva, por ahora, camino de cumplirse y, según las mismas fuentes, el ministerio no tiene una voluntad real de hacerlo.

Los vecinos del poblado dirigido no entienden la celeridad con que la Administración expulsa a ocupantes de viviendas vacías, y en cambio se declara impotente para desalojar a las familias que habitan los sanquis (viviendas bajas prefabricadas). Los terrenos en que se asientan los sanquis, construidos por el ministerio de forma provisional, son imprescindibles para construir las nuevas viviendas, por lo que su permanencia está obstaculizando la remodelación de todo el barrio. El último incidente grave entre vecinos y administración ha sido por la construcción de una calzada en los solares donde antes se ubicaban los desguaces de coches, en la carretera de Andalucía. Después de dos años de lucha para erradicar los desguaces y dejar libres unos terrenos que debían destinarse a escuela de formación profesional, la Administración los destina ahora a una carretera, lo que es interpretado por los vecinos como una burla.