Satisfaccion general en los medios atlánticos de Bruselas
Medios cercanos a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se mostraron agradablemente sorprendidos por las declaraciones del ministro español de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, publicadas el pasado domingo por EL PAIS. Oficialmente, la Alianza Atlántica no formuló el menor comentario, continuando con su habitual política de considerar que la posición española ante la OTAN e s una cuestión interna de nuestro país, en la que el pacto militar occidental no puede ni quiere interferir.Oficiosamente, medios próximos a la OTAN, que insistieron en que no hablaban en nombre de la organización, expresaron su satisfacción ante la clara toma de posición del Gobierno español. Se valora muy positivamente que el señor Oreja haya adelantado una fecha anterior a las elecciones legislativas españolas de 1983, y aunque se insiste en que la OTAN y la Comunidad Económica Europea (CEE) son dos organizaciones absolutamente independientes, de forma que no es posible relacionar el ingreso en una y en otra, se resalta también el hecho de que el ministro español no hable de la previa adhesión de España al Tratado de Roma, sino simplemente de «una garantía en el proceso de integración a la CEE».
En medios cercanos a la OTAN quedó un cierto mal sabor de boca por las recientes declaraciones del senador ucedista Alberto Ballarín Marcial, presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara alta, quien en la asamblea atlántica, celebrada hace escasamente quince días en Luxemburgo, relacionó muy estrechamente el ingreso español en la CEE con el de la organización atlántica.
Para las fuentes consultadas no existe la menor duda en cuanto al ingreso de España en el Mercado Común en la fecha prevista, es decir, 1983.
