España-Europa: Convergencia lenta

La decisión de los dirigentes de los países miembros del Mercado Común reunidos en Venecia, de no abordar directa y oficialmente el tema de la ampliación de la Comunidad con el ingreso de España, representa en las actuales circunstancias una medida de sabiduria política.Todo indica que las negociaciones en curso con nuestro país no van a sufrir retrasos dramáticos, aunque sí deberán ajustarse a las necesarias reformas que la Comunidad debe realizar para superar su actual impasse estructural. (...)

El estado de ánimo que se ha impuesto entre los líderes europeos es, por lo menos, muy semejante a la posición que comentábamos en el editorial de ayer, defendida por Gran Bretaña. En síntesis, dicha posición consistía en proseguir el proceso de construcción continental al mismo tiempo que las actuales estructuras comunitarias se adaptan a las nuevas circunstancias político-económicas.

Inevitablemente, este proceso de doble convergencia (negociaciones con España y Portugal, por un lado, remodelación de la Comunidad, por otro) generará un cierto retraso en la definitiva incorporación española al Mercado Común como miembro de pleno derecho, pero lo que era importante evitar (la congelación de las negociaciones) se ha evitado. Probablemente, incluso con la tácita aprobación de Giscard, que lanzó su petición de aplazamientos con la vista puesta en las presiones de sectores franceses más que por falta de verdadera vocación de construir la unidad continental.

Por otra tradición política de siglos, Venecia ha propiciado numerosos compromisos, numerosas síntesis entre posiciones encontradas».

, 14 de junio