El primer ministro francés solicita sanciones contra los huelguistas del sector eléctrico

La patronal francesa solicita la reglamentación del derecho de huelga en los servicios públicos, y el primer ministro, Raymond Barre, pide sanciones contra los huelguistas como consecuencia de las perturbaciones gigantescas y de las pérdidas económicas ocasionadas por la huelga del sector eléctrico que, anteayer, promovieron la CGT y la CFDT, los dos principales sindicatos franceses.La guerra entre los sindicatos, por un lado, y, por el otro, la patronal y los poderes públicos, desencadenada por los primeros para defender el derecho a la huelga, parece haber alcanzado en este país una cota de encono irreversible. La eficacia del movimiento de anteayer, que fue mucho más seguido de lo que todos pensaban, ha hecho que cada una de las dos partes ponga las cartas boca arriba. La patronal, ayer, reiteró solemnemente que es menester reglamentar ese derecho en los servicios públicos. Sus razones: la crisis económica, y en particular la energética, no permite el lujo de perder 5.000 millones de francos (70.000 millones de pesetas) a lo largo de una jornada en la que la corriente eléctrica quedó reducida en un 30%, como el otro día.

La patronal recuerda igualmente que la reglamentación de la huelga se encuentra establecida en la Constitución.

Los dos sindicatos ya referidos, radicalmente desunidos sobre otras cuestiones esenciales como son el análisis de la crisis mundial y la acción sindical moderna, se unen como una piña para defender el derecho a la huelga.