Chirac apunta la posibilidad de que Francia abandone la CEE

Como consecuencia del nuevo vector de la crisis comunitaria provecada por la «pausa» giscardiana, los gaullistas, por boca de su líder, Jacques Chirac, se interrogan sobre la posibilidad de «abandonar la Europa estructurada». Paralelamente, los medios competentes oficiales continúan declarándose en favor de la ampliación, sin más precisiones.

En una reunión de militantes gaullistas celebrada ayer, el presidente de la Agrupación por la República (RPR), Chirac, se planteó la eventualidad de una reestructuración total de los actuales mecanismos europeos. Según el líder gaullista y aicalde de París, es posible pensar «en abandonar toda búsqueda de una organización estructurada de Europa y dedicarse a elaborar una solidaridad política europea más fuerte, fundada en las realidades económicas».A partir de esa poslibilidad, explicó Chirac, «se podría poner en entredicho toda organización estructurada de Europa, incluidas las políticas comunitarias y la política agrícola común».

Para Chirac, «un momento en el que se comprueba la afirmacion del hecho nacional invita a abandonar toda idea de integración y de supranacionalidad».

La teoría de Chirac no es completamente nueva. El gaullismo siempre se manifestó defensor acérrimo de un cierto nacionalismo, de dar soluciones nacionales a problemas nacionales.

Lo más nuevo de la sugerencia neogaullista es el momento en el que se produce: en plena crisis de la Comunidad, cuando sus finanzas no existen prácticamente, cuando la política agrícola común (la única dimension realmente comunitaria de la CEE) furiciona a trompicones, cuando Inglaterra es acusada por París de pretender pervertir el Mercado Común convirtiéndolo en una zona de libre cambio, y cuando en medio de este panorama desalentador, el presidente Giscard pide una pausa de lo más incierta en el proceso de ampliación. Ayer, tras la intervención pública de Chirac, uno de sus portavoces subrayó que, frente al crítico momento que vive la Comunidad, «las declaraciones de Chirac revisten gran importancia y reflejan perfectamente la visión europea actual del partido gaullista».

Posible ruptura de la mayoría

Estos representan actualmente la fuerza política más numerosa (el 22 %) de la mayoría que apoya al presidente de la República, quien, por su parte, ha forzado el distanciamiento del gaullismo por razones determinantes de su política europea.

Para Giscard, antes de la «pausa», al menos, la esperanza era Europa. Para los gaulistas, su nacion es el principio y fin de su razón de ser.

Si los gaullistas, hasta la fecha habían soportado el poder giscardiano, ahora vuelven a sus orígenes favorecidos por la «pausa» del presidente, que, unida a las graves dificultades internas de la CEE, revelan, en su opinión, el fracaso de la construcción europea fundada en el Tratado de Roma. Los comunistas (el 20% del electorado francés) batallan contra la Comunidad y, por razones diferentes, quedan emparejados con los gaullistas.