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El canciller alemán presenta el programa socialdemócrata

El canciller de la República Federal de Alemania (RFA), Helmut Schmidt, defendió ayer en el congreso electoral de Essen el programa de su partido, el socialdemócrata, para las elecciones generales de otoño. Schmidt reiteró a la Unión Soviética su propuesta de que acepte una tregua de tres años en la instalación de misiles nucleares de alcance intereuropeo. Esta insistencia del canciller alemán se relaciona con su próxima visita a Moscú.

Dos días después de que el Partido Liberal (FDP) de la República Federal de Alemania (RFA) decidiese, en su congreso electoral, continuar la coalición con los socialdemócratas, iniciada diez años atrás, el canciller Helmut Schmidt ha sido en el congreso electoral del Partido Social Demócrata (SPD), inaugurado ayer en Essen, que él personalmente desea la continuidad de la misma coalición a partir del próximo 5 de octubre, fecha de las elecciones generales alemanas.Para la izquierda socialdemócrata, incluidos «jóvenes socialistas (IUSOS), esto significa una renuncia de antemano a ciertas reformas netamente socialistas, frenadas hasta ahora por el inevitable «encadenamiento» al FDP. Por otra parte, significa también que Schrnidt confía más en el apoyo de los liberales que en la «crítica asistencia» de un sector del SPD. Y, por último, esto indica que Schmidt excluye la posibilidad de que, su partido obtenga la mayoría absoluta necesaria para gobernar en solitario a partir del 5 de octubre.

Que el canciller encuentra resistencia creciente en sus propias filas partidarias no es un secreto, de ahí que en su discurso inaugural en Essen haya habido algún que otro brote de desaprobación y que el programa electoral, que se votará hoy, haya recibido más de 270 enmiendas. Algunas de estas son sumamente significativas: un distrito en bloque, el SPD del Alto Taunus, ha pedido que se renuncie sin reservas a la posibilidad de instalación de cohetes de mediano alcance, los «euromisiles», cuyo montaje en suelo alemán está previsto para 1983, si es que fracasan las negociaciones con la Unión Soviética.

Sobre este punto, el canciller ha anticipado que será «claro y enérgico» durante sus conversaciones con Leónidas Breznev, el próximo día 30.

Nuevamente, Schmidt ha propuesto a la URSS que acepte una tregua de tres años en la instalación de misiles nucleares de alcance intereuropeo. Con la evidente anuencia de los delegados de su partido, el canciller alemán recordó que una respuesta afirmativa de Moscú serviría para iniciar las negociaciones Este-Oeste encaminadas a frenar la carrera armamentista.

En caso de que Moscú acepte la tregua en la instalación de sus sofisticados SS-20, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) haría lo propio con los Pershing-2 y los Backfire previstos en la modernización nuclear de la Alianza Atlántica.

Otro punto conflictivo dentro del programa es el de la modificación del sistema impositivo. El Gobierno mantiene un proyecto de ley para aliviar de impuestos a ciertos sectores sociales menos favorecidos, como los jubilados, pero el compromiso financiero de la RFA contraído últimamente con la Comunidad Económica Europea y la negativa de los Gobiernos regionales democristianos a contribuir a este fondo de emergencia «para salvar la idea de Europa» hace que el SPD se encuentre incómodo en este terreno.

Por lo pronto, la comisión correspondiente ha modificado sensiblemente el proyecto de la directiva del partido. Un sector ha recomendado que se vote en contra.

Energía nuclear y ecologismo

Otro punto de índole interna, en el que Schmidt puede resultar menos respaldado que durante el último congreso ordinario del PSD, en Berlín, en diciembre pasado, es en el relativo al recurso de la energía nuclear. Según la comisión ad hoc, «la opción de la energía nuclear debe mantenerse abierta, al igual que debe plantearse la cuestión de si, en un futuro, no será posible renunciar a ella». Sin embargo, el canciller omitió ayer, en su discurso, «por falta de tiempo», el tema del creciente atractivo que ejerce sobre parte del SPD la corriente ecologista.Las mujeres socialdemócratas están también molestas con el «machismo» de la dirección del partido, y han denunciado que sean únicamente consideradas como emisoras de voto o como objeto de estadísticas, cuando fueron ellas las que en 1976 dieron la victoria a los socialdemócratas. No se oculta que las mujeres socialdemócratas tratan de hacer frente a la consigna de las feministas alemanas en favor de la abstención electoral.

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